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Francia lo tiene claro: las ayudas estatales deben ser para los coches eléctricos fabricados en Europa

Como ya adelantamos la semana pasada, el gobierno francés quiere limitar las ayudas a la compra de coches eléctricos a los modelos producidos en Europa. El objetivo del presidente Emmanuel Macron es impulsar la competitividad de la industria local, que se está viendo amenazada por el auge de los fabricantes de origen chino.

Actualmente, los vehículos eléctricos vendidos en Francia pueden beneficiarse de una subvención estatal de 5.000 euros siempre y cuando su precio sea inferior a los 47.000 euros y su peso se sitúe por debajo de las 2,4 toneladas, quedando excluidos por lo tanto los automóviles de alta gama y/o gran tamaño.

Dado que restringir las ayudas a los coches eléctricos según su país de origen infringiría las normas de la OMC (Organización Mundial del Comercio), Macron ha propuesto reservarlas a aquellos que tengan una baja huella de carbono (es decir, que hayan sido fabricados utilizando mayoritariamente energía sostenible).

Esto dejaría fuera de juego a muchos modelos de origen chino, ya que el mix energético del país asiático todavía depende en gran medida del carbón. «Vamos a apoyar las baterías y los vehículos fabricados en Europa porque su huella de carbono es baja; no vamos a usar el dinero de los contribuyentes franceses para impulsar la industria no europea».

Dacia Spring

Los fabricantes chinos planean levantar sus propias fábricas en Europa

Esta medida, que Macron evita calificar como proteccionista, se encuadrará dentro del proyecto de ley de Industria Verde, a través del cual las autoridades buscarán impulsar la industria autóctona y generar 20.000 millones de euros en inversiones, así como decenas de miles de puestos de trabajo. «Este marco de financiación debería ayudarnos a competir con el IRA (Inflation Reduction Act) de los estadounidenses».

Es posible que esto obligue a relocalizar la producción de algunos coches eléctricos, véase el Dacia Spring, uno de los principales superventas del Grupo Renault. Este urbano low-cost a día de hoy se importa desde China, si bien los últimos rumores indican que su próxima generación, prevista para 2024, podría pasar a fabricarse en suelo europeo.

En paralelo, los grupos chinos podrían verse obligados a acelerar la construcción de nuevas plantas en el viejo continente para no perder competitividad. BYD, Chery y Great Wall ya se encuentran evaluando distintos emplazamientos para levantar sus próximas factorías, las cuales comenzarán a operar a mediados de la década. España se coloca como una de las opciones preferidas por muchos de ellos gracias entre otras cosas a las ayudas del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado.

Fuente | Automotive News Europe

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