Poco a poco se acerca la fecha de llegada de la renovación del Tesla Model 3. Un proyecto denominado Highland, que vendrá acompañado de muchos cambios, tanto en lo estético, calidades o equipamiento, pero también en lo mecánico. Ahora la prensa china está informando que la batería del nuevo modelo recibirá una actualización incrementando su capacidad.
Esta pasará de los actuales 60 kWh, que le otorgan una autonomía de 491 km WLTP, y pasará a ser un pack de 66 kWh. Un ligero incremento del 10% que se sumará a las previsibles mejoras de eficiencia del sistema de propulsión y debería traducirse en una autonomía homologada de unos 540 kilómetros aproximadamente.
Esta batería será suministrada por la china CATL, que usará las nuevas celdas M3P, que como recordamos pueden disponer de una química LFP (litio-ferrofosfato) que será la que monte la versión Standard, y también las avanzadas NCM (níquel, cobalto, manganeso) que se instalarán en la versión Long Range y performance, y que también llegará posteriormente al Model Y.
Una renovación que se muestra fundamental para una berlina que está comenzando a notar síntomas de fatiga después de seis años en el mercado.
En 2022, el volumen de ventas del Model 3 en China llegó a las 125.000 unidades, un 17,5% menos que en 2021. Unas cifras que este año esperan recuperar ligeramente gracias a las recientes bajadas de precios y a la puesta en marcha de rebajas temporales para las unidades en stock.
Para lograrlo, Tesla ha apostado por unas baterías de CATL que cuentan con una química que añade manganeso a la fórmula, lo que permite mejorar algunas de sus especificaciones, logrando por ejemplo una densidad energética de 230 Wh/kg, superando los 150 Wh/kg de las LFP.
Además, estas baterías destacan por otros aspectos como prescindir de los costosos y polémicos componentes como el cobalto o el níquel, optando por un manganeso que es un material relativamente barato y abundante, por lo que el coste del producto final debería ser bastante competitivo.
Pero al mismo tiempo, este tipo de baterías cuenta con retos que CATL debería hacer solucionado para dar el paso a su producción e instalación en masa. Aspectos como una baja vida útil, un voltaje inestable y una compleja gestión multiplataforma provocada por la combinación de varios materiales en una misma celda.
Si estos retos han sido pulidos, entonces Tesla tendrá una potente herramienta para lograr lanzar al mercado una renovada versión del Model 3 con más autonomía, pero con un precio menor o unos mayores márgenes de beneficio por unidad vendida.
Algo para lo que no tendremos que esperar demasiado, ya que los rumores indican que el inicio de su producción tendrá lugar ya durante este próximo tercer trimestre en la planta de Shanghái, con una entregas que comenzarán inmediatamente.
