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La revolución de las baterías LFP. Cada vez más densidad energética y un 25% más económicas

Las baterías de litio-ferrofosfato (LFP) han ido ganando poco a poco terreno en el sector del coche eléctrico gracias a la mejora de su gran punto crítico, la densidad energética. Ahora, una empresa norteamericana ha confirmado que sus trabajos para mejorar este aspecto están dando frutos, con un sistema que se acerca a las capacidades de las baterías de litio NCM.

Se trata de la startup Our Next Energy, que ha anunciado importantes avances en densidad energética y volumétrica con su pack de baterías Aries II.

La compañía afirma que su batería ha dado nuevos pasos para reducir la diferencia respecto a las baterías NCM, cerrado la brecha a apenas un 6% respecto a las cifras de las mejores baterías de níquel cobalto manganeso (NCM) del mercado.

Desde que se fundó la empresa en julio de 2020, ONE ha logrado un aumento de la densidad energética de entre el 20 y el 30% en comparación con los sistemas de baterías LFP típicos. Actualmente trabajan con celdas con una densidad energética de 162 Wh/kg y volumétrica de 263 Wh/L. Algo que le permiten apuntarse una mejora de entre el 23 y el 34% respecto a los sistemas LFP líderes en el mercado.

El resultado es el diseño de una batería que, instalada en un coche eléctrico medio, sería capaz de ofrecer una autonomía de 565 kilómetros con una carga completa. Algo que le permiten mejorar por ejemplo, las cifras del pack de CATL presentado hace unos días, que se queda en 400 km.

Lograr acercarse tanto a las NCM es un hito importante para una batería LFP. Y es que se trata de una química mucho más sostenible en cuanto a materiales, ya que prescinde de componentes como el cobalto o el níquel, por lo que son más fáciles de reciclar y más económicas.

Precisamente el coste es una de las claves de la apuesta por esta tecnología, y según Our Next Energy, su propuesta se coloca un 25% por debajo en coste de las baterías NCM convencionales.

Según los responsables del proyecto «Las baterías LFP tienen muchas ventajas sobre las NCM, incluido el coste y la duración, al tiempo que utilizan materiales más seguros y abundantes. El déficit clave ha sido la densidad energética y la autonomía que ofrecen. Pero al diseñar un pack de baterías con una densidad energética similar a las NCM, hemos convertido al litio-ferrofosfato en una alternativa válida y sostenible«.

La pregunta ahora es cuándo comenzará la producción de este prometedor sistema. Según la compañía, en estos momentos están pasando los controles de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) para poder acceder a los subsidios de las baterías fabricadas en territorio norteamericano, y esperan poder comenzar la producción en masa a lo largo de 2024.

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