A pesar de su enorme crecimiento, por encima del 100% anual, BYD es todavía un actor secundario en el mercado internacional, centrando el 90% de su producción y ventas en China. Pero esto está cambiando poco a poco, y como ejemplo el encargo de una flota de grandes buques para transportar coches que la marca acaba de confirmar.
Este pedido se ha realizado al astillero Guangzhou Shipyard International Company, y permitirá, según BYD: «Garantizar las capacidades de transporte para las exportaciones de vehículos eléctricos”.
En total, el fabricante chino ha encargado ocho barcos, que se entregarán a partir de 2025. La fabricación de estos monstruos marinos ya habría comenzado, y serán buques de 199,9 metros de largo y 38 metros de ancho, con un calado de 9 metros. Los barcos estarán propulsados por gas natural licuado (GNL) o fueloil, y tendrán una capacidad de 7.700 coches cada uno.
Como novedad, los barcos estarán equipados con “un sistema de baterías y dispositivos de ahorro de energía fabricado por BYD”, lo que permitirá reducir el consumo y las emisiones.
El objetivo es cumplir con una expansión que ya está comenzando, pero que se ve frenada por la falta de una red de distribución y servicios técnicos, que poco a poco se está tejiendo.
Pero las cifras de BYD son impresionantes, y por ejemplo el pasado mes de octubre ha logrado vender nada menos que 301.833 unidades, un récord para la marca. De estas, 30.521 unidades han ido al mercado exterior, lo que supone un incremento del 220% respecto al mismo periodo del pasado año, en un mercado externo que en los nueve primeros meses del año ha vivido un fulgurante crecimiento del 919%.
Una apuesta por el transporte que se complementa con la noticia de la apertura de una fábrica den Europa, que se pondrá en marcha en Hungría para una fecha similar a la de las entregas de los primeros barcos, y que cimenta una apuesta por la diversificación tanto de mercados, como de producción, que blinde el futuro de la marca china ante los cambios geopolíticos.
