Hace unos días, nos hacíamos eco de la petición de ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) al Gobierno de suprimir el IVA de los vehículos eléctricos con el objetivo de impulsar sus ventas. Ahora, la asociación ha profundizado en el asunto con la publicación de una nota de prensa en la que detalla su postura.
En su opinión, el Plan MOVES III se ha demostrado ineficaz a la hora de estimular la demanda de coches eléctricos, en gran medida debido a los dilatados tiempos que deben esperar los consumidores hasta cobrar las ayudas estatales, que en muchas ocasiones superan el año. Por ello, ANFAC considera necesaria su sustitución por un sistema de incluya descuentos directos en el momento de la compra.
Wayne Griffiths, CEO de SEAT S.A. y actual presidente de ANFAC, ha comenzado su nuevo mandato reuniéndose con el ministro de Transportes, Óscar Puente, y con el ministro de Industria, Jordi Hereu, que le han trasladado su intención de poner en marcha medidas concretas para ayudar al consumidor a adquirir vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
Según Griffiths, las ventas sólo podrán activarse mediante planes que sean operativos y eficientes para los compradores y las empresas. Por este motivo, defiende un nuevo sistema basado en la fiscalidad que aporte una cantidad económica en forma de descuento en el momento de la compra y no meses después.
La expansión de la red de carga, otro aspecto clave
Aunque 2023 cerrará con unas ventas de 110.000 turismos electrificados, un aumento del 40% respecto a las cifras del año pasado, lo cierto es que el objetivo de 190.000 unidades quedará muy lejos de alcanzarse. Actualmente, España se sitúa a la cola de la Unión Europea en términos de electrificación, algo especialmente grave si consideramos que nuestro país es el segundo mayor productor de automóviles de la región, así como el octavo de todo el planeta.
Para revertir esta situación no sólo serán necesarias ayudas directas al coche eléctrico, sino también llevar a cabo un estricto seguimiento para el cumplimiento del despliegue de la red de carga, un aspecto fundamental para dar impulso al mercado. Griffiths cree que todas estas claves deberían formar parte de los Presupuestos Generales del Estado para evitar perder un año más. En sus propias palabras, la legislatura actual es «clave para la industria del automóvil y se juega el futuro».
