Los analistas apuestan por la alianza de los grupos automovilísticos chinos con los europeos para sortear los aranceles a sus coches eléctricos
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Publicado: 19/09/2023 08:44
Desde hace unos días suenen tambores de guerra comercial entre la Unión Europea y China a raíz del coche eléctrico. Y es que la UE acusa a China de adulterar el juego inflando de millones públicos a sus marcas para lanzarlas al mercado internacional. Algo que puede poner en riesgo la industria europea. Pero algunos expertos ven en esta situación un potencial de dar un impulso al sector automovilístico europeo.
Así lo ha indicado Dong Yang, vicepresidente del principal grupo de expertos sobre coches eléctricos de China, EV100, que ha indicado en un informe que a medida que crecen las exportaciones chinas de vehículos eléctricos, los grupos occidentales deberían buscar relaciones beneficiosas con las empresas locales.
Dong, ex funcionario del Ministerio de Maquinaria de China, uno de los organismos gubernamentales que supervisaban la industria automotriz de China desde la década de 1990, y ex directivo del grupo BAIC, también sugiere que los suministradores chinos de baterías deberían profundizar los vínculos con las empresas europeas y construir una cadena de suministro de baterías local en China y Europa.
Mientras tanto, los fabricantes de automóviles europeos también pueden aprovechar las tecnologías del coche eléctrico de China para acelerar su transición a la electrificación, y de esa forma ganar en eficiencia y competitividad para mantener en la medida de lo posible sus cuotas en el mercado internacional.
Esta posición también ha sido compartida por los jefes de los principales fabricantes de coches y baterías de China, quienes durante el Salón del Automóvil de Munich, pidieron una mayor cooperación global y estandarización en las políticas para acelerar la transición tecnológica.
Una semana después, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acusó a China de inundar los mercados mundiales con coches eléctricos a precios artificialmente bajos debido a los enormes subsidios estatales, e inició una investigación que podría resultar en aranceles.
Pero los fabricantes europeos ya están dando los primeros pasos de cara a poner en práctica esta idea de colaboración con la inversión de Volkswagen en la startup Xpeng, que dará como resultado el desarrollo conjunto de dos nuevos modelos basados en la plataforma de vehículos eléctricos del fabricante chino. Otros, como LeapMotor, también buscan otorgar licencias de sus tecnologías de vehículos eléctricos a socios extranjeros, como Audi.
En el lado de las baterías, CATL ya tiene una planta en funcionamiento en Alemania, y está preparando otra en Hungría. Algo que será seguido por su principal competidor, CALB, que también prepara poner en marcha instalaciones de producción de baterías en nuestro mercado para 2026.
Opinión
En este caso podríamos aplicar el refranero y es que si no puedes con tu enemigo, únete a él. Y es que la industria europea ha estado muy lastrada por una forma tradicional de ver y diseñar los coches eléctricos, que están siendo desarrollados de espalda a los clientes, añadiendo precios totalmente absurdos. Y luego se sorprenden de que estos no tengan apenas demanda.
Una forma de hacer las cosas que podía valer en la era del coche de combustión por el tirón del nombre y el prestigio, que ya no valen en esta nueva era del coche eléctrico, donde esto se está reseteando, y donde el cliente es cada vez más pragmático en cuanto a la «marquitis«, donde ya no están dispuestos a pagar un 20 o un 30% del precio real, y donde cuenta más la propuesta mecánica y el coste, que el logo que lleve en su frontal.
Una alianza china-europea que puede dar un impulso a un decadente sector europeo que vive en una constante dinámica de cierre de plantas o reducción de la producción, mientras que los grupos chinos no paran de crecer y crecer.