China va camino de vender 1 millón de coches eléctricos e híbridos enchufables en un mes

Mientras que Europa y Estados Unidos han decidido poner freno al coche eléctrico, incluso aunque llegue de fuera mediante aranceles, en China han pisado el acelerador a fondo y las ventas están creciendo. Y lo están haciendo con cada vez mayor intensidad, tal como muestran los datos preliminares de la primera mitad del mes de agosto.

Según los datos de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China (CPCA) entre los días 1 y 18 de agosto se han matriculado en ese mercado un total de 490.000 unidades de nueva energía (NEV) que corresponden a los coches eléctricos a batería e híbridos enchufables.

Esto supone un 58% más que el mismo periodo del pasado año, y nada menos que un 27% más que el mes anterior, julio.

Unas cifras que llevan la cuota de ventas de los modelos NEV hasta una cifra récord del 54.02% entre el 1 y el 18 de agosto, lo que nos indica que las cifras de matriculaciones todavía están en una fase de expansión, favorecida por el aumento imparable de la oferta, pero también por las rápidas actualizaciones de algunos modelos que ven mejorada su propuesta casi cada seis meses.

En lo que va del año, las ventas minoristas acumuladas de coches eléctricos e híbridos enchufables en China han llegado a las 5,47 millones de unidades, un 36% más que en el mismo período del año pasado, lo que pavimenta el camino a que se logre ya en septiembre un 50% de ventas acumuladas.

Cifra que podemos comparar con el 31% con el que han cerrado los eléctricos e híbridos enchufables el pasado año en su conjunto, y el 25.6% en 2022.

Por lo tanto, en apenas dos años, China ha duplicado la cuota de ventas de coches eléctricos e híbridos enchufables, algo que parece que no tendrá freno y que debería llevar las matriculaciones de los mismos hasta cifras cercanas al 60 o 70% a mediados de 2025, y ya por encima del 80% en 2026.

Números que ejemplifican la apuesta, y el dominio, de la industria china que abarcará toda la cadena de suministro, no solo de coches, sino también de motores, baterías, e incluso software, impulsado por la cada vez más robusta economía de escala de su mercado interno.