Ford pierde 50.000 dólares por cada coche eléctrico vendido
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Publicado: 02/08/2024 09:39
Cuanto te quieres incorporar a un mercado tarde, puede que te hayas ahorrado unos euros en la primera fase que suele ser la encargada de quemar el dinero. El problema es que recuperar ese terreno puede suponer el tener que invertir mucho más para alcanzar a la competencia. Es algo que los fabricantes tradicionales están sufriendo, y que se escenifica en una Ford que pierde cada vez más y más dinero con sus coches eléctricos.
Ya sabemos que dividir las cifras de ganancias o pérdidas por las unidades vendidas no es un método muy científico, ya que en juego hay otros factores como las inversiones en levantar nuevas líneas de producción, en I+D, en baterías…etc.
Pero en el caso de Ford, el fabricante americano ha creado varias empresas, una de coches eléctricos, otra de industriales y una tercera de vehículos con motor de combustión, cada una con su presupuesto, ganancias y pérdidas. Y la de eléctricos de Ford está perdiendo mucho dinero, y cada vez más.
La división de coches eléctricos y sus pérdidas
Según los últimos resultados financieros de la compañía, la división de vehículos eléctricos de Ford, ha perdido nada menos que 2.500 millones de dólares en el primer semestre de este año, y las estimaciones es que lleguen a los 5.500 millones a finales de año.
En el segundo trimestre, la compañía registró una pérdida de 1.100 millones de dólares para su división de vehículos eléctricos, Ford E, vendiendo en el mismo periodo apenas 23.957 unidades en todo el mundo, lo que equivale a unos 45.900 dólares por coche.
La buena noticia es que las ventas han aumentado. Bien es cierto que parte de unas cifras muy bajas, por lo que cualquier incremento suele venir acompañado de números más importantes, un 61% en este caso respecto a segundo trimestre del 2023. Eso si, la cuota de ventas de eléctricos sigue siendo residual en Ford, ocupando estos apenas el 4% en el primer semestre.
Según la nota de Ford, la culpa de no poder alcanzar los números verdes en su empresa de eléctricos se debe a factores como la guerra de precios en toda la industria, que ha obligado a la marca a ajustar sus tarifas. Unas pérdidas que se han producido además en un momento donde la dirección ha reducido los costes de la división en 400 millones de dólares, lo que ha evitado males mayores.
Las crudas cifras subrayan las enormes sumas de dinero que incluso los fabricantes de volumen están gastando a medida que electrifican sus líneas de productos.
Las importantes pérdidas de la marca de Detroit no son la excepción, y por ejemplo, en 2023, Rivian declaró unas perdidas de 30.000 dólares por unidad. La diferencia es que las cifras de Rivian se producen en un momento de expansión e implantación de la marca, que se ha marcado unas entregas de 57.000 unidades este año, más que Ford, y se están reduciendo paulatinamente. Las de Ford no paran de aumentar.
Las pérdidas están aumentando particularmente rápido a medida que los fabricantes se ven obligados a reducir los precios en un intento por aumentar, o al menos mantener, su cuota de ventas.
Esta guerra de precios iniciada por Tesla, y continuada por los grupos chinos, que obliga a otros actores del sector a seguir sus pasos a pesar de las fuertes pérdidas. De lo contrario, se acumulará stock, habrá que reducir capacidad de producción, y perderán todavía más de vista el vagón de cabeza.
No lo tiene fácil Ford, y otros grupos tradicionales, que cuentan con la ventaja de los importantes ingresos desde sus divisiones de vehículos con motor de combustión. Pero poco a poco esa fuente de ingresos se está terminando, cada vez será más cara su producción, por los nuevos requisitos ambientales, y cuando necesiten vender coches eléctricos, sus rivales estarán muy por delante en todos los aspectos.
Una Ford que, por cierto, en 2019 pudo comprar Rivian por muy poco dinero antes de que saliese a bolsa, en la que llegó a invertir 500 millones de dólares, pero que luego canceló el acuerdo para seguir en solitario su camino. Una startup que acaba de recibir una inversión del Grupo Volkswagen valorado en 5.000 millones de dólares, para colaborar en el desarrollo de software y plataformas.