Se firma el mayor contrato de la historia para electrificar la maquinaria minera

Muchas veces, cuando hablamos de los beneficios en cuanto a reducción de emisiones del coche eléctrico, los críticos echan mano del argumento del impacto en la extracción de los componentes que dan forma a sus motores o baterías. Un sector minero que empieza a dar sus primeros pasos para electrificarse, y que acaba de firmar su mayor contrato de compra hasta el momento y valorado en más de  2.000 millones de euros.

El protagonista es el multimillonario australiano del mineral de hierro, Andrew Forrest, que ha llegado a un acuerdo de 4.000 millones de dólares australianos, 2.400 millones de euros, que permitirá adquirir cientos de camiones, excavadoras y bulldozers eléctricos para trabajar en sus enormes minas de hierro, lo que reducirá el uso de combustibles fósiles.

Forrest se ha marcado como objetivo alcanzar emisiones netas para las operaciones de extracción de hierro de la mina de Pilbara, de Fortescue Metals, y quiere lograrlo para 2030. El acuerdo anunciado anoche con Leibherr, el más grande firmado hasta el momento, será un gran paso hacia ese objetivo.

El acuerdo con Liebherr incluye la compra de 360 ​​camiones eléctricos y autónomos, unas 55 excavadoras eléctricas y 60 nuevas topadoras eléctricas a batería.

Los camiones de transporte de 240 toneladas y las excavadoras utilizarán energía eléctrica y sistemas de propulsión desarrollados por Fortescue, y Fortescue también suministrará los cientos de baterías gigantes necesarias para las máquinas.

Según la empresa: “El mundo necesita cero emisiones ahora; no puede permitirse el lujo de esperar. Las soluciones ecológicas que necesitamos ya están aquí, y Fortescue Zero las está suministrando y aplicando en nuestras enormes operaciones mineras”.

Los objetivos de Fortescue son mucho más ambiciosos que los de sus competidores en el sector, como BHP y Rio Tinto, que están probando camiones eléctricos y otros equipos, pero sin objetivos claros de descarbonización.

Desde Fortescue se ha indicado que las empresas deben evitar usar estos vehículos como un simple lavado de imagen en proyectos de prueba, y deben afrontar las inversiones necesarias para que tengan protagonismo en sus operaciones: “Invitamos a todas las empresas de los sectores de minería, industria pesada y transporte a unirse a nosotros. Las soluciones están ahí y el ingrediente que falta es el liderazgo”.

El nuevo acuerdo permitirá a Fortescue operar 360 volquetes eléctricos a batería, modelo T264, el triple de la cantidad prevista cuando se anunció la primera asociación entre las dos empresas en 2022. La mayoría de los camiones llegarán con sistemas eléctricos a batería instalados, aunque algunos serán convertidos, sustituyendo su sistema diésel por uno eléctrico.

Otro de los apartados clave será la recarga. Y es que hablamos de vehículos con gigantescas baterías y enormes consumos eléctricos.

Para lograrlo, Fortescue ha desarrollado una solución de carga rápida que puede proporcionar hasta 6 MW de potencia a un vehículo, y cargar la batería de un T264 eléctrico en solo 30 minutos.

Fuente | Fortescue