Madrid se carga los patinetes eléctricos de alquiler de sus calles, y los motivos están muy claros

El Ayuntamiento de Madrid ha tomado una decisión drástica con los patinetes eléctricos de alquiler que hemos visto por sus calles en los últimos años. A pesar de los esfuerzos del consistorio en regular su uso, los incumplimientos por parte de estas últimas de sus obligaciones han llevado a la retirada definitiva de las autorizaciones pertinentes.

No se puede decir que Madrid no lo haya intentado, ya que en 2023 incluso se llegó a poner en marcha un nuevo modelo de alquiler tras un proceso de concurrencia competitiva. El objetivo del ayuntamiento era de regular el uso de estos patinetes eléctricos para garantizar una mayor «seguridad, integración y orden» en sus calles.

Tras este concurso, Lime, Dott y Tier Mobility fueron las seleccionadas para recibir las autorizaciones de hasta 6.000 patinetes (2.000 por cabeza) para poder circular por las calles de la capital. Sin embargo, apenas un año después se les van a revocar dichas autorizaciones por incumplir con las obligaciones establecidas en las bases. Así lo anunció el mismísimo alcalde, José Luis Martínez-Almeida, quien aseguró que las tres empresas no están cumpliendo con las condiciones acordadas.

Antes del mes de octubre, los patinetes de alquiler de las calles de Madrid se retirarán por completo, aunque estas empresas tendrán un plazo para poder presentar alegaciones. A priori, no parece que tengan mucho recurso que realizar, a pesar de que las autorizaciones estaban previstas para un período de tres años. Son varias las condiciones que, según el consistorio, se están incumpliendo, lo que se convierten en causa justificada en los contratos firmados para retirar de forma unilateral los permisos sin derecho a indemnización.

«Sigue habiendo riesgos como consecuencia de la circulación de estos patinetes», asegura Martínez-Almeida. Por ejemplo, el Ayuntamiento había limitado a 3.600 patinetes para el interior de la almendra central, la M-30, y el resto para las otras zonas de la ciudad, estableciéndose así un ratio de 10 patinetes por cada 10.000 vecinos. Sin embargo, el consistorio no ha podido confirmar esta distribución por culpa de la falta de información remitida por las tres empresas implicadas.

Tampoco se habían cumplido con las exigencias en materia de desarrollo tecnológico en sus aplicaciones para que los usuarios tuviesen la obligación de aparcar los patinetes en las zonas habilitadas o permitidas. El estacionamiento indebido de los patinetes ha sido siempre motivo de crítica entre los detractores de estos VMP, y en este caso el ayuntamiento tampoco ha podido tener constancia de que se haya implementado esta tecnología; ni siquiera en la interfaz disponía de esa información. Además, se encontraron deficiencias en las coberturas de los seguros y tampoco se habían cumplido las previsiones de impartición de cursos para que los usuarios conociesen debidamente su funcionamiento y normativa.

El Ayuntamiento de Madrid, con todo esto, entiende que «no se dan las condiciones» para que estas tres empresas sigan operando en Madrid. El alcalde madrileño confía en que la movilidad urbana seguirá estando garantizada gracias a la expansión de la plataforma ‘bicimad’, que llega ya a los 21 distritos de la ciudad.