Esta ciudad del norte de Noruega lleva dos años usando autobuses eléctricos en condiciones de frío extremo
Los autobuses eléctricos de Volvo están demostrando su eficacia en la ciudad más septentrional del mundo. Tras la finalización con éxito de la primera temporada de invierno en Hammerfest (Noruega) con nueve autobuses eléctricos Volvo 7900, Tide Buss se prepara para una segunda temporada.
Hammerfest es una localidad situada al norte de Noruega, que afirma ser la ciudad más septentrional del mundo, y donde las temperaturas en invierno llegan a cifras extremadamente bajas. Un lugar que hace dos años se propusieron renovar su flota de autobuses, y se lanzaron a usar modelos 100% eléctricos. Así ha sido su experiencia.
La empresa noruega Tide Buss cuenta con un total de nueve autobuses eléctricos Volvo 7900 en Hammerfest, una población de menos de 8.000 habitantes, que está celebrando la entrada en el segundo invierno de estos vehículos.
Trond Inge Hausmann, director de operaciones de Tide Buss, el operador de transporte público de la ciudad: “En general, estamos muy satisfechos con los autobuses eléctricos de Volvo. Solo hemos tenido una ocasión en la que el autobús se quedó sin energía, pero eso se debió a un fallo en nuestras propias rutinas.»
Para la licitación de los nuevos autobuses de la ciudad, el ayuntamiento dio mucha importancia a los criterios medioambientales, lo que hizo que contar con autobuses eléctricos fuese visto con buenos ojos, lanzándose a la búsqueda de la opción más atractiva desde el punto de vista económico, coste total de propiedad, y el ganador resultó en la elección de Volvo.
Concretamente, se ha seleccionado el modelo 7900, que en su versión de dos ejes cuenta con un motor eléctrico de 200 kW de potencia, mientras que las versiones articuladas llega a los 400 kW. Estos se alimentan de una batería, que puede llegar a los 564 kWh repartidos en hasta 6 módulos de 94 kWh cada uno, que pueden variar a petición del cliente, según sus necesidades o sistemas de recarga.
A pesar de que la experiencia ha sido positiva, no ha estado exenta de imprevistos y de retos. Por ejemplo, la climatización del interior en un vehículo que está constantemente abriendo y cerrando sus puertas.
Para solucionarlo, y evitar que en los meses más duros del invierno la batería pierda capacidad alimentando la bomba de calor del climatizador, optaron por instalar un sistema diésel, de 30 kW, que es capaz de calentar el habitáculo durante periodos concretos del invierno.
Y es que, a diferencia de otros lugares, como en Trondheim, también en Noruega, donde circula una flota de autobuses eléctricos de Volvo, en Hammerfest no hay un sistema de carga por pantógrafo en las paradas, y se ha optado por la opción de autobuses con batería más grande, y carga nocturna.
Algo que obliga a elegir también unos cargadores capaces de trabajar de forma fiable en temperaturas de hasta 30 grados bajo cero, y hacerlo durante cada noche sin ningún fallo.
También es importante el conocer el vehículo y sus peculiaridades. Es por eso que el operador indica que han ido ganando experiencia y mejorando las prestaciones de los vehículos, en una conducción y unas rutas que han tenido que ser adaptadas para sacar el máximo partido al sistema eléctrico.
Unos autobuses eléctricos que según Volvo, pueden ofrecer un ahorro operativo de más del 80% respecto a los modelos diésel, en un cálculo realizado en climas más templados, y que debería ser superior en estos escenarios.
Unos autobuses que encaran su segundo invierno en este gélido escenario con unas críticas muy positivas, y que son un ejemplo de que si en el punto más septentrional del planeta se puede mover un autobús eléctrico, lo podrá hacer en cualquier lugar.
Fuente | Volvo