El ascenso del coche eléctrico hace que el consumo de combustible en China caiga antes de lo esperado
China ha sido uno de los principales consumidores de petróleo del mundo durante décadas. Ahora, según datos de la industria, la demanda se está debilitando y los expertos indican que tiene mucho que ver con el incremento de las ventas de coches eléctricos en el gigante asiático.
En China, la caída de ventas de los coches con motor de combustión está marcando el comienzo de un punto de inflexión en el consumo de energía. Según los datos de la mayor compañía petrolera del país, en 2024 se utilizó alrededor de un 1,3% menos de petróleo para productos refinados que el año anterior, es decir, 394 millones de toneladas en lugar de 399 millones de toneladas.
Así lo indican datos proporcionados por la compañía petrolera nacional China National Petroleum Corporation (CNPC) que en un informe ha indicado que el país ha superado el pico de consumo de combustibles fósiles.
Los coches eléctricos y la reducción del consumo de combustibles de China
El informe espera que la tendencia continúe, e incluso se acelere, con un consumo de gasolina que caerá entre un 35 y un 50%, hasta 80 a 100 millones de toneladas, para 2035. Se espera que la demanda de diésel disminuya de manera similar; entre 100 y 120 millones de toneladas menos. Una reducción de la demanda que tendrá su repercusión en el consumo total de productos fósiles refinados, que caerán entre un 25 y un 40%, o entre 240 y 290 millones de toneladas menos para 2035.
La mala noticia es que mientras que el transporte por carretera reduce de forma rápida su consumo, otros sectores están aumentando, y por ejemplo, el sector de la aviación aumentará su consumo un 70%. Pero su impacto será menor ya que se estima que serán unas 61 millones de toneladas anuales.
Una disminución de la demanda de petróleo en China sería de gran importancia para la lucha contra el cambio climático ya que China es, con diferencia, el mayor emisor de CO₂ del mundo. Sin embargo, los dirigentes políticos llevan años intentando reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Pekín depende en gran medida de la generación de electricidad a partir de energía eólica y solar, aunque el carbón sigue siendo la principal fuente, su tendencia es a la baja, frente al imparable crecimiento de las renovables.
Los grandes beneficiados de esta transición energética son los coches eléctricos, que pueden cargar sus baterías con energía más limpia y económica. Algo que está ayudando al empuje de las ventas que el pasado mes de julio marcaron un hito histórico al superar las ventas de coches con motor de combustión.
Una tendencia en ascenso que supone que en la actualidad haya un estimado de 30 millones de coches eléctricos circulando por las carreteras chinas, un 10% de todos los coches matriculados, lo que tiene un impacto directo en la dependencia energética externa del gigante asiático.
Un cambio que tiene un fuerte impacto, principalmente moral, para la industria del petróleo, que contaba con China como el principal motor de crecimiento de la demanda, que ahora empieza su reducción, con todas las consecuencias que esto puede tener en las futuras inversiones en la industria petrolera.