China domina totalmente el mercado del coche eléctrico con el 76% de las ventas mundiales
China continua aumentando su dominio de las ventas mundiales de coches eléctricos, que supone que los fabricantes del gigante asiático ya ocupen tres cuartas partes de las matriculaciones globales.
La cuota de mercado de coches eléctricos está totalmente dominada por una China que afianza su posición de liderazgo a pesar de los intentos de Europa y Estados Unidos de frenarlos con barreras comerciales. Pero la economía de escala del gigante asiático es tan potente, y su mercado interno tan grande, que nada puede frenar la apisonadora china.
Según los últimos datos del organismo comercial del automóvil de China, la cuota de mercado global de producción de coches eléctricos había crecido del 60% con el que cerró el 2023, hasta llegar al 69% entre enero y octubre de este año, cuando se han producido 14.1 millones de coches eléctricos en China.
Una posición que se está solidificando, y por ejemplo, en octubre la cuota mundial de producción de coches eléctricos de China llegó al 76%.
La gran mayoría de las ventas globales de coches eléctricos se producen en China, la UE y los EE. UU. Pero los aranceles impuestos por los mercados occidentales en los últimos años han amenazado con frenar la rápida expansión de la industria china, que ha sido nombrada por Pekín como una de las “tres nuevas” áreas prioritarias para el desarrollo económico y la transición ecológica de China.
Los coches eléctricos chinos están prácticamente bloqueados en el mercado estadounidense. Este año, el presidente Biden aumentó el impuesto sobre los coches eléctricos chinos del 25% al 100%. Donald Trump ha prometido imponer un impuesto adicional del 10% a todas las importaciones procedentes de China, e incluso ha amenazado a las fábricas que se instalen en mercados con tratados de libre comercio, como México o Canadá. La UE también ha decidido imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos de hasta el 35%, que se añaden al 10% ya en vigor.
Aunque a las empresas chinas cada vez les resulta más difícil penetrar en los mercados occidentales, la fuerte demanda interna les ha permitido continuar con su crecimiento.
Para afianzar esta transformación, China renovó y duplicó la ayuda a la compra de coches eléctricos. Una ayuda de la que se benefician todas las marcas que producen dentro del país, incluyendo una Tesla cuyo máximo responsable, Elon Musk, apoyó la postura de Trump de elevar los aranceles a los productos producidos en China…mientras se beneficia de las ayudas públicas de Pekín.
Al mismo tiempo, estas barreras comerciales suponen una amenaza, tanto para la transición energética de Europa, como también la pérdida de mercados secundarios, pero muy importantes. América del Sur, África y el sudeste asiático, además de Rusia, que están siendo conquistados por los chinos como alternativa para colocar su exceso de producción de vehículos, y que provoca la pérdida de cuota de mercado para los grupos europeos.