Así mejora la tecnología eléctrica la experiencia de acampar: pros y contras

Los vehículos eléctricos van asociados a unas características muy particulares que ya todos conocemos: silencio en la conducción, confort a bordo, respeto por el medio ambiente, eficiencia… Unos valores que, en muchos casos, fácilmente se pueden relacionar con el mundo camper.

Es cierto que la oferta de vehículos camper con tecnología eléctrica es, de momento, escasa, pero promete ir creciendo con el paso del tiempo. Diferentes preparadores se están atreviendo, igualmente, a transformar viejos vehículos en eléctricos camperizados y a ofrecer soluciones de remolque innovadores. Las opciones son cada vez mayores y más variadas.

Si eres de los que disfruta de la vida camper, de los campings, de las escapadas por la naturaleza… debes conocer las ventajas y desventajas que trae consigo la tecnología eléctrica en este sector. La experiencia de acampar con la tecnología eléctrica a bordo se ve notablemente mejorada, ya solo teniendo en cuenta el sonido que emiten los motores de combustión.

La tendencia es al alza: según una encuesta en Norteamérica por parte de Kampgrounds of America, alrededor del 4% de los usuarios habituales de campers tienen ya un vehículo eléctrico, cuando la cuota para todo el mercado estadounidense es del 1%.

¿Qué ventajas aporta un vehículo eléctrico a la hora de disfrutar de la vida camper? O más bien, ¿qué características debería tener para poder afrontar los retos de la montaña y el camping? Se nos ocurren varias importantes: que su puesta a punto le permita afrontar caminos lejos del asfalto, con suspensiones y neumáticos especiales, con cotas todoterreno para superar pendientes e incluso vadear grandes charcos, ríos…

Las mecánicas eléctricas aportan un plus: silencio en la conducción, mayor respeto por el medio ambiente, pero también un par instantáneo que suma notables mejoras al llevar remolque y para afrontar cuestas empinadas, evitando así sobrecalentamientos tan típicos en las caravanas o furgonetas de combustión. «No estoy constantemente sentado ahí viendo cómo aumentan las temperaturas de la transmisión, no estoy viendo cómo suben las temperaturas del motor en las pendientes», asegura Matt Lin, usuario de un Ford F-150 Lightning con remolque. Este, además, utiliza el maletero delantero a modo de «cocina al aire libre».

Aquí entra en juego otro detalle importante, y es que el propio vehículo eléctrico pueda actuar como generador: muchas de las novedades del mercado incorporan ya la tecnología V2L, que permite precisamente enchufar dispositivos electrónicos como cafeteras, neveras, cargadores de móviles, de bicicletas eléctricas…

Marcas como Rivian, Ford, Hyundai, Tesla o Volkswagen están ya llevando algunas de estas características a sus modelos, como furgonetas o pick-ups. Lástima que la VW California eléctrica, tomando como base el ID.Buzz, se haya retrasado en el calendario. La Mercedes EQV Camper, por ejemplo (en la foto principal), es una preparación oficial realizada por la empresa suiza Sortimo Walter Rüegg PLC.

Otras empresas independientes, como los fabricantes de remolques, están poniendo también su granito de arena con nuevos e innovadores productos. Airstream, Bowlus… ofrecen remolques con sus propios sistemas de baterías e incluso con paneles solares. Todo suma para hacer de la experiencia eléctrica de camperizar más respetuosa con el medio ambiente.

Pero también hay que hablar de las desventajas, muchas de ellas inherentes a todo el mercado de vehículos eléctricos: la autonomía eléctrica, la infraestructura de recarga, los precios, la oferta de modelos… Inconvenientes que siempre comentamos y que no se iban a escapar de las opciones camper. Además, en su contra juega también el hecho de que muchos campings cuentan todavía con instalaciones viejas y poco adaptadas para poder colocar puntos de recarga para eléctricos. Todo se andará.

Fuente | Electrek