Desmintiendo bulos sobre los coches eléctricos, tanto a favor como en contra. ¿Qué es verdad y qué es mentira?

Si eres de los que vive dentro de las redes sociales y te gustan los coches, seguro que te habrás percatado de la creciente polaridad de opiniones sobre los coches eléctricos que se está generando en la Red en los últimos tiempos. La adopción o no de la tecnología eléctrica en la automoción genera opiniones muy contrarias entre, por un lado, sus más firmes defensores, y por el otro sus más firmes detractores.

Cada uno tiene su opinión y vivimos en una sociedad libre en laque poder expresarnos; sin embargo, esa libertad, así como el rápido y fácil acceso a todo tipo de informaciones tiene también su punto negativo: la creación de las llamadas ‘fake news’ o bulos.

Como en casi cualquier apartado de nuestra sociedad, sea política, deporte y ahora también con el coche eléctrico, se crean bandos y ‘pobre’ del que quiera llevar la contraria al otro. Estoy seguro que muchos dan por verdad cualquier tipo de informaciones que leen y escuchan sobre su postura sobre un tema.

Hablando sobre estos bulos, y más concretamente sobre el vehículo eléctrico, la OCU ha querido recopilar aquellas afirmaciones que se dan por ciertas, tanto a favor como en contra de esta tecnología. En el fondo, este tipo de ‘fake news’ lo único que hacen es confundir al consumidor.

¿Por qué un conductor no puede adquirir un coche eléctrico si se lo puede permitir y puede acceder de forma fácil a un punto de recarga en casa? ¿Y por qué hay que intentar ‘colar’ un vehículo con esta tecnología a alguien que tiene dudas, que tiene dificultades para acceder a la infraestructura de recarga o que realiza con asiduidad viajes de largo recorrido?

Los bulos contra el coche eléctrico

• «La oferta de coches eléctricos es pequeña»: en España existen ya más de 100 modelos diferentes a la venta con tecnología eléctrica, y la oferta irá a más con el paso de los años.
• «El mantenimiento de un coche eléctrico es más caro que uno de gasolina»: un vehículo con mecánica eléctrica cuenta con menos componentes que uno de combustión y, además, trabaja a temperaturas más reducidas, por lo que se disminuye el riesgo de averías; además, el uso del freno regenerativo ayuda a que los frenos se desgasten menos. Un motor de combustión, por ejemplo, necesita 10.000 piezas para hacerlo funcionar, por menos de 10 de un motor eléctrico. Debido a su mayor peso, eso sí, hace que se degraden más los neumáticos o que los amortiguadores sufran más.
• «Las baterías se degradan rápido y no tienen garantía»: la mayoría de fabricantes garantizan que sus baterías pueden mantener su nivel de carga original con una degradación mínima del 25% durante 9 años o 160.000 kilómetros. Hay mucho debate en torno también a la degradación si se abusa de las cargas rápidas; este estudio de investigadores norteamericanos así lo demuestra.
• «El sobrecoste de comprar un coche eléctrico no se llega amortizar»: esta afirmación es demasiado contundente, ya que dependen muchos factores. Por ejemplo, si se ha adquirido con ayudas públicas, que en España llegan hasta los 7.000 euros, si se pueden realizar recargas domésticas con frecuencia… Según la OCU, el ahorro anual cada 100.000 kilómetros es de 9.000 euros en combustible, siempre que el coche se pueda cargar en casa.
• «Los coches eléctricos se incendian más fácilmente»: según los expertos, el riesgo de incendio es 10 veces menor que el de uno de gasolina. En su contra, es cierto, es que si se produce un incendio tarda mucho más en extinguirse, por lo que son más peligrosos y requieren protocolos de actuación específicos.

Los bulos en favor del coche eléctrico

• «El coche eléctrico no contamina»: es cierto que durante su uso las emisiones son nulas, pero si contamos la huella de carbono completa, la cosa cambia. Las industrias que producen los coches y las baterías sí que emiten gases contaminantes (aunque esto también está cambiando). Por otra parte, la producción de las baterías requiere la extracción de minerales que también contamina, de la misma forma que las empresas energéticas durante la generación de la electricidad necesaria para cargar las baterías. Según GreeNCAP, a pesar de todo esto, un coche eléctrico contamina menos que uno de combustión en torno a un 30% menos a lo largo de todo su ciclo de vida.
• «Hacer viajes largos es igual de cómodo que con un coche de combustión»: por el momento, son varios factores que hacen que esta afirmación no sea del todo correcta. Puedes viajar cómodamente en un coche eléctrico, el problema está en comparar la experiencia con un vehículo que tiene motor de combustión: la autonomía es menor, los puntos de recarga son mucho menores que las gasolineras, los tiempos de ‘repostaje/recarga’ son mayores…
• «La mayoría de españoles pueden usar un coche eléctrico»: los datos compartidos por la OCU revelan que 6 de cada 10 familias carecen de una plaza de aparcamiento propia donde poder cargar la batería en caso de plantearse la compra de un coche eléctrico.
• «En caso de accidente, la reparación de un coche eléctrico es menor»: a diferencia de lo que hablábamos antes de las tareas de mantenimiento, en el caso de que las baterías queden dañadas en un accidente provocaría que haya que cambiarlas, debido a su instalación como un solo bloque. Y la factura, en este caso, puede ser elevada, hasta los 30.000 euros.
• «El valor de reventa de un coche eléctrico es más elevado»: según se acerca la fecha de cambio de baterías, el valor de reventa va a bajar considerablemente, debido a que su precio, como veíamos antes, es muy elevado. Además, la reciente guerra de precios iniciada por Tesla está provocando una tendencia negativa en los precios del mercado de segunda mano.