Los coches eléctricos ya son más baratos para cuatro de cada cinco conductores
Un coche eléctrico es una herramienta que permite lograr importantes ahorros en costes operativos gracias a su enorme eficiencia. Un ahorro que no hace más que aumentar con el paso de los años y la reducción del coste de las baterías.
Cambiar a un coche eléctrico tiene muchas ventajas, empezando por la reducción del ruido, el disfrute de una aceleración lineal y menores emisiones contaminantes. Además, es una forma de ahorrar dinero en costes operativos. Esto es algo que confirma un estudio que demuestra que, en la actualidad, la mayoría de los clientes ya ahorran con un coche eléctrico.
Según el estudio Electric Vehicles UK, un coche eléctrico es la mejor decisión financiera para el 80% de los conductores, ya que poseer un vehículo a batería es «mucho más barato de lo que la gente piensa«.
El estudio analiza en profundidad los costes de propiedad de los coches eléctricos que estarán a la venta en el Reino Unido en 2025. Para ello, se utilizaron datos del coste de propiedad de 50 coches eléctricos diferentes en 480 escenarios que representan diversos tipos de conducción y estilos de vida en todo el país.
También se tuvo en cuenta cómo se adquieren los vehículos (ya sea mediante compra, financiación o alquiler), así como cómo y cuándo es probable que los conductores los carguen.
De media, el estudio indica que el 80% de los británicos considerarían que un vehículo eléctrico es más barato que un modelo de gasolina. El ahorro promedio durante un período típico de propiedad es de 5.850 libras, lo que equivale a poco más de 7.000 euros al cambio.
Según los expertos, el estudio «rompe mitos largamente sostenidos» sobre que el precio de los coches eléctricos a batería no se puede compensar con unos costes operativos más bajos.
Sin embargo, no todos los casos demostraron que los vehículos eléctricos fueran la opción más barata. Para los conductores que viven en propiedades sin plaza de aparcamiento propia, los beneficios de ahorro que supone utilizar un vehículo eléctrico «no siempre son suficientes para compensar el mayor coste de la carga pública».
El estudio consideró todos los costes asociados con el funcionamiento de un coche eléctrico nuevo. Esto incluye el precio de compra, así como los gastos de carga, mantenimiento, seguro, impuestos y depreciación.
Se midió esto en relación con tres niveles diferentes de kilometraje anual, y también se analizó si los conductores podían o no acceder a una carga más barata a través de tarifas de energía doméstica.
El análisis de costes se realizó durante un período de propiedad típico de cuatro años y luego se comparó con sus contrapartes de motor de combustión interna, utilizando el mismo kilometraje y criterios de repostaje de combustible.
En el 90% de los escenarios, los consumidores que pueden cargar en casa ahorran al cambiar a un coche eléctrico, en comparación con el 58% de los escenarios en los que los conductores dependen completamente de la carga pública.
Si nos centramos únicamente en los eléctricos nuevos, teniendo en cuenta las ayudas públicas, los conductores que cargan principalmente en casa logran ahorros en el 97% de los casos, con un beneficio financiero medio sobre un coche de gasolina de 4.700 libras esterlinas, es decir, 5.694 euros al cambio.
El estudio afirma que los coches eléctricos serán incluso más baratos a medida que nos acerquemos a 2030, cuando se espera una importante reducción en el coste de las baterías, lo que llevará a la paridad de precios entre los coches eléctricos y los modelos de combustión interna, y también por el incremento de las energías renovables, que permiten reducir el coste energético.
