Opinión: Europa frena la competencia y eleva los precios de los coches eléctricos

Europa y China negocian la eliminación de aranceles a los coches eléctricos, pero con el compromiso de fijar unos precios mínimos a sus vehículos eléctricos en nuestro mercado, en un claro movimiento proteccionista que perjudicará a los consumidores.

Opinión: Europa frena la competencia y eleva los precios de los coches eléctricos
BYD Dolphin y MG4

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Publicado: 12/04/2025 08:00

Esta semana Europa y China han confirmado que están en conversaciones para retirar los aranceles de los coches eléctricos chinos en Europa. Una medida de urgencia que tiene en las medidas proteccionistas de Donald Trump su origen, y que busca mejorar la relación comercial entre Europa y el gigante asiático. Pero una de las medidas que proponen denota el alineamiento de Bruselas con los fabricantes europeos, ofreciendo a China retirar los aranceles, pero a cambio de que no bajen los precios de sus coches.

Este es un nuevo capítulo de una vergonzosa política de la UE, que primero ha permitido a los grupos europeos no invertir en movilidad eléctrica con proyectos de reducción de emisiones muy laxos, salvando el balance a corto plazo, mientras que los chinos invertían ingentes cantidades de dinero en I+D empujados por las cuotas obligatorias de eléctricos del gobierno de Pekín. El resultado, una economía de escala muy superior y unos productos mejores y mucho más baratos.

Luego llegó la segunda parte de este plan maestro de Bruselas, que puso aranceles a los coches eléctricos llegados desde China, retrasando su propio programa de reducción de emisiones, y dejando sin cargas adicionales a los coches de combustión. Un absoluto sinsentido que provocó que la apuesta por el coche eléctrico de algunas marcas fuese sustituido por la apuesta por modelos de combustión baratos, que han tomado al asalto el mercado europeo.

BYD Sealion 5

Ahora llega la última, que es la negociación para eliminar estos aranceles, a cambio de una propuesta que China presentó el año pasado como alternativa, y que fue desestimada por Europa. La fijación de precios mínimos para dar algo de oxígeno a los grupos europeos.

El resultado, si se cierra el acuerdo, será un mercado con menos aranceles, pero los mismos precios. Algo que se traduce en que los grupos chinos tendrán mayor margen de beneficio por unidad vendida, que es básicamente su objetivo en Europa, siendo el volumen el objetivo en su mercado local.

Mientras tanto, los consumidores seguiremos pagando un precio inflado artificialmente, ahora ya incluso de forma oficial. Un acuerdo sobre los aranceles que permitirá la entrada de más propuestas chinas, pero que seguirán siendo algo más caras de lo que deberían, lo que se traduce en que los europeos pagamos más por nuestros coches eléctricos por que así lo ha decidido Bruselas.

Podríamos tener coches eléctricos competitivos, con unos 300 km de autonomía WLTP, con precios antes de ayudas por debajo de los 15.000 euros, incluyendo costes logísticos, el arancel básico y gastos de distribución, como el BYD Seagull, que llegará a Europa como Dolphin Surf, y que lo hará con un precio «por debajo de os 20.000 euros». Un modelo que en China arranca en los 9.000 euros.

Algo que irremediablemente ralentizará la implantación de una movilidad eléctrica fundamental para una Europa fuertemente dependiente en el aspecto energético, con una tecnología capaz de generar trabajo dentro del bloque, en la producción eléctrica, expansión de las redes de carga y su mantenimiento..etc, y que además podría reducir también sus emisiones contaminantes. Pero a alguien desde Bruselas no le parecen argumentos suficientes.

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