
Mañana se lanzará el primer Firefly, la marca económica de NIO. ¿Por qué será un fracaso casi seguro?
La nueva marca del grupo Nio comenzará hoy sus ventas, y lo hará de la mano de un modelo de diseño moderno, carácter premium, y un precio muy elevado que le ha valido una lluvia de malas críticas por parte de los clientes chinos.

Después de muchos anuncios y una importante expectación, hoy, 19 de abril, comenzarán las ventas de la nueva sub-marca de NIO. Después de Onvo, le toca el turno a Firefly. Una división centrada en coches de precios más reducidos que sus hermanos, pero que amenaza con convertirse en un fracaso, incluso superior al de la propia Onvo, que acaba de despedir a su CEO buscando remontar las malas cifras de ventas.
Todo apuntaba en la buena dirección para Firefly en las primeras fases. Un coche compacto, 4 metros de largo, diseñado tanto para el mercado chino como para el europeo, y que incluso ha sido avistado durante su fase de pruebas en las carreteras españolas. Un proyecto ambicioso que ha tomado una dirección muy peligrosa en los últimos meses. Todo por culpa de su precio.
Y es que NIO ha querido convertir a Firefly en la nueva Mini o la nueva Smart. Coches compactos y premium. Algo que según los comentarios en las redes sociales chinas, no está funcionando.
Los comentarios generales indican que ni el diseño, ni la propuesta técnica, tecnológica o mecánica, encajan con la filosofía de la marca ni de sus potenciales clientes. Gente joven que cuenta con muchas opciones menos diferenciales, pero mucho más económicas. Por su parte, lo que si pueden pagarlo, se fijan en otros segmentos y otras marcas.
Como recordamos, el Firefly EV es un compacto de 4 metros de largo (4003/1781/1557 mm y una distancia entre ejes de 2615 mm.) lo que le colocan como un hatchback de cinco puertas se encuadra en el segmento B, el tercero más importante del viejo continente.
Se trata de un vehículo llamativo, principalmente por sus grupos ópticos compuestos por tres círculos en disposición triangular. El perfil recuerda hasta cierto punto al desaparecido Honda e, con un techo flotante negro y un pilar C bastante ancho. Está confirmado que dispondrá de un maletero delantero bajo el capó de 92 litros.
Contará con un motor de 105 kW (143 CV) que se alimentará de una batería LFP con una capacidad de 42,1 kWh, que le otorgan una autonomía bajo el ciclo CLTC de 420 kilómetros, unos 360 km WLTP, y además de carga en alterna y carga rápida, será compatible con las estaciones de cambio de batería.

El único problema es que el Firefly EV ha salido a la venta con un precio de 148.800 yuanes, 18.950 euros al cambio, lo que le colocan por encima del Volkswagen ID.3, que en su versión más económica, dotada de la nueva batería LFP, con 53.6 kWh y 451 km CLTC, arranca en los 119.900 yuanes en China.
También está muy lejos de otras propuestas, como el Aion UT de GAC. Un compacto algo más grande, 4.27 metros, motor de 100 kW (136 CV) con opciones de baterías LFP, con capacidades de 34,8 kWh y 44,2 kWh según la versión, lo que le otorga autonomías de entre 330 km y 420 km bajo el ciclo CLTC, todo con un precio que arranca en los 69.800 yuanes (9.198 euros al cambio) para la más económica, mientras que la versión más equipada se queda en 101.800 yuanes (13.415 euros al cambio). Muy por debajo del Firefly.
Ingredientes para convertir a este modelo en un enorme fracaso, un modelo que como recordamos, llegará este otoño a Europa donde veremos si logra convencer con más eficacia a los clientes.