
SEAT necesita un eléctrico para sobrevivir. ¿Se lo dará su próximo CEO?
Bajo la dirección de Wayne Griffiths, SEAT anunció que se mantendría alejada de los coches 100% eléctricos hasta la década que viene. ¿Cambiarán estos planes con la llegada de un nuevo CEO a la empresa española?

El año pasado, SEAT fue la tercera marca más vendida de España, puesto que ha retenido en el primer trimestre de 2025. Algo muy meritorio si tenemos en cuenta que la firma barcelonesa, que este año celebra su 75 aniversario, cuenta actualmente con una gama bastante reducida y veterana: el Ateca (segmento C-SUV) nació en 2016, los Ibiza (segmento B) y Arona (segmento B-SUV) en 2017, y el León (segmento C) en 2020.
Cuatro modelos con entre cinco y nueve años a sus espaldas. Si bien es cierto que todos ellos recibirán nuevos facelifts para mantenerse al día, la falta de novedades contrasta con los ambiciosos planes de CUPRA, que en los últimos tiempos ha ido expandiendo su oferta con propuestas como el Terramar o el Tavascan.
El buen hacer de CUPRA, que en marzo logró convertirse en la sexta marca más vendida de Alemania (SEAT fue décima), explica los resultados récord cosechados por SEAT S.A. en 2024, con un beneficio operativo de 633 millones de euros (+1.3% interanual) y un volumen de negocio de 14.530 millones de euros (+1.4%).
SEAT S.A. ha sido elegida por el Grupo Volkswagen para liderar el desarrollo de su familia eléctrica de acceso, la Electric Urban Car Family. Sin embargo, ninguno de los modelos que formarán parte de ella (CUPRA Raval, Skoda Epiq y Volkswagen ID.1, ID.2 e ID.2 X) lucirán la insignia de SEAT.

SEAT S.A. presentará el CUPRA Raval durante el próximo Salón del Automóvil de Múnich
Wayne Griffiths, que a finales de marzo dimitió como CEO de SEAT y CUPRA, señalaba hace unas semanas que, llegado el momento, SEAT necesitará un eléctrico para sobrevivir. «Para que SEAT tenga un futuro seguro, necesitamos tener un futuro eléctrico. [Pero] todavía no es el momento para un SEAT eléctrico». Hasta nuevo aviso, la empresa seguirá dando prioridad a la electrificación de CUPRA, ya que sus modelos son más caros y rentables.
«Ganar dinero con los coches eléctricos actualmente es muy difícil. Llegará el momento en que tenga sentido producir un SEAT totalmente eléctrico. Pero hoy en día un SEAT eléctrico seguiría siendo demasiado caro para el público objetivo de la marca«, afirmaba el año pasado Griffiths. «Hasta que eso suceda, SEAT sigue bien posicionada, al fin y al cabo seguimos vendiendo más SEAT que CUPRA. Eso cambiará en algún momento, especialmente en vista de la actual ofensiva de productos de CUPRA».

SEAT parece haber abandonado silenciosamente sus planes para transformarse en un proveedor de soluciones de micromovilidad. La división SEAT MÓ se ha integrado en su matriz; además, todo apunta a que la colaboración con Segway y Silence ha llegado a su fin: en la página de la compañía ya no aparece ningún patinete eléctrico, mientras que la única moto disponible es la MÓ 125 tras la supresión de las MÓ 50 y MÓ 125 Performance. Probablemente el modelo superviviente se discontinúe una vez se agote el stock.
Tras la salida de Griffiths, queda la duda de si el próximo CEO de SEAT S.A. decidirá dar un giro a los planes de electrificación de la histórica marca, o si por el contrario se mantendrá fiel a los motores de combustión interna hasta la década que viene. España necesita eléctricos baratos, y el antiguo Mii electric ya demostró en su momento que existe demanda para este tipo de productos.