
10 claves para acertar al elegir tu coche eléctrico ideal
Con el avance imparable de las tecnologías en el automóvil, y debido al cambio que supone para un conductor el pasarse a la tecnología eléctrica, se deben tener en cuenta diferentes aspectos antes de tomar una decisión. Toma nota.

La compra de tu primer coche eléctrico es una decisión importante. En realidad, la adquisición de cualquier vehículo lo es, ya que el desembolso es importante. Pero en el caso del vehículo eléctrico, supone darle una vuelta de tuerca a lo que todos estamos acostumbrados en lo que se refiere a gestión de la autonomía, el saber dónde están los puntos de recarga, etc.
Además, el avance espectacular de esta tecnología en los últimos años nos ha llevado a tener multitud de opciones en el mercado. No está de más tener ciertas nociones de lo que encierra un coche eléctrico, sobre todo porque eso te puede ayudar a afinar mejor en tu compra. Las nuevas tecnologías y los nuevos avances nos obligan a tener en cuenta muchos aspectos que antes no valorábamos, o que no teníamos en cuenta cuando lo que buscábamos era un vehículo con motor térmico.

A continuación te hablamos de 10 aspectos o características que debes tener en cuenta y que debes conocer a la hora de valorar y escoger tu coche eléctrico ideal. No son temas baladíes, así que valora bien tus opciones:
- Autonomía WLTP: empezamos por lo más obvio, ya que este es el principal elemento que, quizás, más en cuenta se deba tener. Una mayor autonomía, por lo general, significará que la batería es más grande, por lo que el coste será elevado. No obstante, los avances tecnológicos están dando lugar a baterías cada vez más ajustadas en tamaño y que ofrecen una mayor densidad energética, así como un precio más económico. Revisa los valores WLTP, que son los que nos hablan del consumo y la autonomía del vehículo en cuestión. Y ten en cuenta que, si tus principales desplazamientos son por autopista, la autonomía será menor a la anunciada, y si son meramente urbanos, será incluso mejor. Si la batería anuncia 500 km WLTP, puedes esperar 350 km a velocidades medias de autovía, y 550 km o más en ciudad.
- Velocidad de carga: un dato que se les puede escapar a muchos, pero si vas a utilizar cargadores públicos con frecuencia, te interesa que tu vehículo cargue a potencias de al menos 150 kW en corriente continua. Y más que eso (y también más complicado), es también conocer la curva de potencia carga: de nada te sirva que tu coche cargue a 150 kW como máximo si solo alcanza ese pico de forma breve y luego baja drásticamente. Lo mejor es que puedas consultar pruebas donde te detallan este aspecto, ya que no es un dato que las marcas faciliten.
- Sistema de preacondicionamiento: esta tecnología hará las cargas de la batería más eficientes, ya que la pondrá a punto en lo que a temperatura se refiere antes de empezar el proceso de recarga. Estos sistemas te permiten poder gestionarlo, incluso de forma automática, ahorrando así tiempo en tus cargas, así como poder controlar desde el móvil los ajustes de la climatización.
- Actualizaciones OTA: los coches eléctricos de última generación pueden ofrecer conectividad con Internet para poder realizar actualizaciones de software de forma remota, facilitando estas tareas al conductor y sin necesidad de llevar su vehículo a un taller.
- Bomba de calor: si vas a usar mucho tu coche eléctrico en invierno y/o si vives en zonas de climas fríos, te interesa que este tenga bomba de calor, ya que ayuda a optimizar el sistema de calefacción del vehículo. De esta forma, el consumo energético puede mejorar entre un 10 y un 20% en estas condiciones, lo que te hará ganar kilómetros de autonomía.

- Maletero adicional: la ausencia de un motor de combustión bajo el capó ahorra mucho espacio en los coches eléctricos, permitiendo a algunas marcas el poder transformar ese hueco delantero en un delantero adicional, llamado comúnmente ‘frunk‘. Valóralo si lo que buscas es un coche espacioso.
- Depreciación del vehículo: No está de más que lo tengas en cuenta, ya que es un tema muy comentado y que pocos conocen. Por lo general, la depreciación es mayor en comparación con el de un vehículo térmico, aunque va a depender (y mucho) de la marca en cuestión (el caso de Tesla es el más conocido tras la guerra de precios desatada en los últimos años), del estado de la batería y, como no, de la demanda.
- Freno regenerativo: estos sistemas permiten regenerar la batería con energía recuperada en las frenadas o en las deceleraciones del vehículo, ofreciendo incluso una conducción con un solo pedal. Si vas a moverte mucho por ciudad, esta tecnología te puede resultar muy útil y te ayudará a ganar autonomía extra durante la conducción. Además, valora que puedas ajustar estos niveles de retención desde unas levas tras el volante, ya que facilitan mucho su uso cuando estamos circulando.
- Tracción total: como en un coche térmico, valora si necesitas la tracción a las cuatro ruedas, ya que en un coche eléctrico también supondrá un peso extra y, en consecuencia, un consumo mayor. El motor adicional en el eje trasero condicionará sí o sí la autonomía, en hasta 50 kilómetros en un mismo vehículo en algunos casos.
- Planificador de rutas: cuantas más puntos de recarga en la carretera haya, menos necesarias serán estas aplicaciones, pero hay que reconocer que (especialmente algunas de ellas) funcionan a las mil maravillas, ya que calculan de forma automática, según tu ruta en el GPS, cuándo necesitas parar a cargar la batería, pudiendo además elegir entre diferentes configuraciones.
No te puedes olvidar tampoco de valorar la instalación de un punto de recarga doméstico, algo fundamental para su uso en el día a día y para acceder a cargas económicas según tu tarifa en casa. Además, ten en cuenta las ayudas públicas, así como de algunos fabricantes, para poder adquirir no solo el vehículo, sino el cargador en tu garaje.