
Según Stellantis, la regulación no permite coches eléctricos baratos en Europa
John Elkann, presidente de Stellantis, propone una versión económica europea del “kei car” japonés, rebautizada como “e car”, para combatir los precios crecientes provocados por regulaciones excesivas. Destaca que solo queda un modelo por debajo de 15 000 € en Europa, frente a los 49 de 2019. Con el nuevo CEO Antonio Filosa, Stellantis refuerza su estrategia regional frente a desafíos normativos globales.

El presidente de Stellantis, John Elkann, ha pedido una ofensiva europea para recuperar el segmento de coches eléctrico urbanos económicos y compactos, apelando a la filosofía de los “kei car” japoneses. Durante el congreso Automotive News Europe en Turín, ha denunciado los elevados precios como consecuencia directa de una regulación excesiva que penaliza el acceso a la movilidad accesible.
En Japón, los “kei cars” representan el 40% del mercado gracias a límites reducidos de tamaño y cilindrada que permiten impuestos y seguros más bajos. Elkann recalca que en Europa, en 2019, había 49 modelos disponibles por menos de 15 000 euros y se vendían un millón de unidades; hoy apenas queda uno y las ventas han caído por debajo de 100.000 unidades.
Elkann señala que la normativa obliga a incluir dispositivos caros, como sensores de fatiga o botones de emergencia incluso en vehículos urbanos de corto recorrido, algo que tiene impacto en los los costes de producción y, según el directivo, sin aportar valor real.
Elkann recuerda el legado de Fiat con modelos esenciales y asequibles como el 500, Topolino o 600, que hoy en día tienen precios mucho más elevados que en los años anteriores, especialmente si hablamos de sus versiones eléctricas.
Renault también pide una categoría «kei car»

Stellantis no es el único grupo europeo que está solicitando a la UE que ponga en marcha una categoría de acceso para produccir coches menos equipados y más baratos.
Luca de Meo, CEO del Grupo Renault y actual presidente de la ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles), ha pedido la introducción de una legislación especial para coches eléctricos de pequeño tamaño y enfoque urbano que siga los pasos de la categoría japonesa de los kei cars, extremadamente populares en dicho país.
«El kei car es un ejemplo perfecto del tipo de cosas que deberíamos poder hacer», ha declarado el directivo. En su opinión, los vehículos pertenecientes a este nuevo segmento deberían disfrutar de un impuesto de compra reducido, peajes más bajos, un acceso más fácil al centro de las ciudades y no estar sujetos a las mismas restricciones de estacionamiento que los turismos convencionales.

Como recordamos, los kei cars japoneses están limitados por ley a un máximo de 3.40 metros de largo, 1.48 metros de ancho, 2 metros de alto, 660 centímetros cúbicos de cilindrada y 64 CV de potencia. Otros países asiáticos como Corea del Sur también cuentan con normativas específicas para automóviles de pequeño tamaño.
De seguir el ejemplo, la Unión Europea podría potenciar enormemente las ventas del segmento A, que en los últimos años ha comenzado a ser dado de lado tanto por los fabricantes (por su baja rentabilidad) como por los usuarios (por la poca diferencia de precio respecto a la categoría inmediatamente superior).
Renault recientemente anunció su intención de regresar al segmento A en el año 2026 de la mano del Twingo de cuarta generación, el cual tendrá un precio de partida inferior a los 20.000 euros antes de ayudas. Volkswagen hará lo propio en 2027, pues ya se encuentra desarrollando los reemplazos de los SEAT Mii electric, Skoda CITIGOe iV y VW e-up!
Kei car eléctricos en Japón

En Japón hay varios modelos eléctricos, como los más vendidos en la actualidad, que son los gemelos Nissan Sakura y Mitsubishi EK X. La propuesta de los japoneses nos ofrece un modelo de 3,4 metros de largo, 1,48 metros de ancho y 1,66 metros de alto, con una batalla de 2,5 metros. Está homologado para cuatro plazas y dispone de un maletero de apenas 107 litros. Su motor eléctrico ofrece 47 kW (64 CV) de potencia, que le impulsan hasta una velocidad punta de 130 km/h y su autonomía llega a los 180 km WLTC gracias a una pequeña batería de 20 kWh. Su precio es de 15.940 euros al cambio antes de ayudas públicas.
A la vista de esto, no parece complicado para los fabricantes europeos lanzar algo parecido, incluso cumpliendo las normativas actuales. Un modelo como el Renault Twingo, con batería de 20 kWh y sin carga rápida, como era el modelo extinto, podría moverse por esas cifras sin mayores problemas. Y esto antes de cualquier incentivo.