
El Volkswagen T-Roc será el primer coche de la marca en usar la nueva plataforma SSP
Volkswagen prepara su próxima generación de coches eléctricos que llegarán bajo una nueva plataforma que permitirá ofrecer una amplia variedad de vehículos sin grandes cambios en las líneas de producción, lo que reducirá los costes de fabricación.

Volkswagen ha completado el desarrollo inicial de su nueva arquitectura SSP, una superplataforma que promete revolucionar la próxima generación de coches eléctricos del grupo y que está teniendo un parto difícil. El primer modelo de la marca Volkswagen que la utilizará será un SUV compacto, y todo apunta a que se tratará del sucesor 100% eléctrico del exitoso T-Roc.
La SSP (Scalable Systems Platform) representa una evolución radical respecto a las plataformas eléctricas actuales como la MEB o la PPE, a las que por cierto sustituirá. Concebida para ser altamente modular, esta arquitectura permitirá desarrollar desde urbanos hasta deportivos, compartiendo una base tecnológica común que simplifica la producción y reduce los costes hasta un 20%.
La clave está en la estandarización y la escalabilidad. Se contemplan al menos ocho variantes dentro de la SSP, con diferentes configuraciones de batería en los bajos, con perfil bajo o elevado, según el tipo de vehículo. Esto permitirá adaptar la plataforma tanto a urbanos como a SUV familiares, manteniendo la flexibilidad para las distintas marcas del grupo.

El primer modelo en utilizar esta tecnología se fabricará previsiblemente en la planta de Wolfsburgo y desde Volkswagen esperan sea un salto en eficiencia, autonomía y capacidad de carga. Además, se espera una importante mejora en los asistentes de conducción, la digitalización y el software, áreas donde Volkswagen quiere dejar atrás los problemas sufridos con su división Cariad.
De hecho, uno de los grandes aliados para de la SSP será Rivian. El fabricante estadounidense especializado en software y arquitectura electrónica ha firmado una alianza estratégica con Volkswagen, que incluye la creación de un joint venture dotado con hasta 5.800 millones de dólares. El objetivo: integrar la avanzada tecnología de Rivian en los futuros modelos eléctricos del grupo alemán.
Pese a la ambición del proyecto, el calendario ha sufrido múltiples retrasos desde que se anunció por primera vez en 2021. Lo que inicialmente iba a llegar en 2026 se ha desplazado, primero a 2028 y ahora incluso se baraja 2029 como fecha para su estreno. El principal cuello de botella sigue siendo el desarrollo de software, aunque el impulso de Rivian podría acelerar los plazos.

La SSP está diseñada para sustituir por completo a MEB y PPE, siendo compatible con más de 40 millones de vehículos a lo largo de su vida útil. No solo servirá de base para los coches eléctricos de la próxima generación, sino que también está preparada para albergar futuras funciones de conducción autónoma y un sistema operativo unificado para todo el ecosistema Volkswagen.
La electrificación total del T-Roc será solo el primer paso de una estrategia que promete marcar una nueva era dentro del gigante alemán. Pero para que la SSP cumpla su promesa, el componente software tendrá que estar a la altura de su ambición tecnológica. La cuestión es ver si su llegada no se produce demasiado tarde.