
Porsche abandona sus planes de producir baterías para sus coches eléctricos: “No es económicamente viable”
Otro revés más para los planes eléctricos de Porsche. Esta vez, la “víctima” ha sido su negocio de producción interna de baterías, que reconvertirá sus planes y reforzará la estrategia de I+D de todo el Grupo Volkswagen.

Porsche ha sido una de las muchas (por no decir todas) marcas que ha reformulado sus planes para convertirse en una marca 100% eléctrica. Tanto, que ha vuelto a dar esperanzas a sus seguidores con más modelos en el futuro que contarán con motores de combustión. Seguirán lanzando coches eléctricos de nueva generación, pero estos convivirán por tiempo indefinido con las versiones térmicas.
No corren buenos tiempos en Porsche, que ha visto como durante el primer semestre del 2025 sus beneficios operativos han caído un 67%, lo que ha obligado a los alemanes a ajustar de nuevo sus planes estratégicos. Lo último, una profunda revisión de su objetivo de producir de forma interna las baterías de alto rendimiento de sus coches eléctricos. Eso ya no sucederá. Detrás de todas estas decisiones están la profunda caída de las ventas de la compañía en China, el lento crecimiento de la demanda en Europa y la incertidumbre generada en los últimos meses en Estados Unidos, con los aranceles y los planes de derribar todo lo que tenga que ver con el eléctrico y las energías alternativas del presidente Donald Trump.
Porsche inició sus planes en 2022 para una fábrica en Kirchentellinsfurt con el objetivo de avanzar en la producción de sus baterías: inicialmente se contemplaba fabricar 1 GWh de baterías anualmente, lo que equivaldría para abastecer a 10.000 Taycan, y posteriormente abrir una segunda planta de mayor tamaño. Ahora, la marca alemana ha confirmado la interrupción en seco de estos planes para su división de baterías Cellforce.

«Lamentablemente, el mercado global de vehículos eléctricos no se ha desarrollado como se esperaba inicialmente. Las condiciones han cambiado radicalmente, y debemos responder a ello. Debemos concluir que el modelo de negocio planificado no es económicamente viable», afirmó con rotundidad Michael Steiner, miembro del Consejo de Administración de Investigación y Desarrollo de Porsche.
Los de Stuttgart son conscientes de las dificultades para levantar un negocio así desde cero, así como de la enorme inversión inicial necesaria, aunque ya se encontrasen en fase de pruebas de prototipos. El dominio de los fabricantes chinos, la falta de volumen y de economías de escala, han empujado a Porsche a reconsiderar el negocio que llevaría a cabo Cellforce. Ahora, sus operaciones se centrarán en formar una unidad independiente dedicada a la investigación y desarrollo de las celdas de baterías.
Esto supondrá despidos en esta división, 200 de los casi 300 trabajadores de acuerdo a las informaciones de la agencia Reuters. El resto, podrán acceder a puestos en PowerCo, la filial de baterías de todo el Grupo Volkswagen. Su trabajo, además, podrá beneficiar a V4Smart, empresa de baterías que Porsche adquirió este mismo año para suministrar celdas de ultra alto rendimiento para el 911 GTS híbrido.

«Desde la perspectiva actual, (el plan actual) no es realista. Cellforce ha desarrollado con éxito celdas de alto rendimiento y ha establecido una producción piloto, pero debido a la falta de volúmenes globales, no es posible ampliar su propia producción al nivel de costes previsto. Seguiremos invirtiendo en modelos totalmente eléctricos con baterías de alto rendimiento en el futuro. La nueva unidad de I+D puede desempeñar un papel importante en este sentido. En ella, estamos combinando nuestra experiencia en el desarrollo de celdas de alto rendimiento y la incorporamos al Grupo. PowerCo utilizará la unidad independiente de I+D y le encargará el desarrollo de celdas de alto rendimiento».
Fuente | Porsche