Alemania reacciona y recupera las ayudas al coche eléctrico

Alemania recupera las ayudas para la compra de coches eléctricos. Solo estarán disponibles para rentas bajas y medias, con una dotación de 3.000 millones. El objetivo es relanzar un mercado en caída con unos grupos chinos entrando con fuerza por las dudas de los políticos y fabricantes europeos.

Alemania reacciona y recupera las ayudas al coche eléctrico

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Publicado: 10/10/2025 12:57

Tras meses de incertidumbre y un desplome evidente en las matriculaciones de coches eléctricos, el Gobierno alemán ha dado un paso atrás en su estrategia y vuelve a apostar por los incentivos directos. La conocida Kaufprämie, eliminada de forma abrupta a finales de 2023, regresará con un enfoque más social: solo estará disponible para hogares con ingresos bajos o medios.

El anuncio se ha filtrado horas antes del esperado encuentro en la Cancillería, donde el sector del automóvil se reúne con el Ejecutivo para abordar el presente crítico de la industria. Según adelanta la prensa local, el paquete contará con una dotación inicial de 3.000 millones de euros, procedentes del Fondo de Clima y Transformación, complementados por recursos del Fondo Social Climático de la Unión Europea.

Un giro necesario tras un retroceso preocupante

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La eliminación de las ayudas a finales del año pasado provocó un efecto demoledor: el mercado de coches eléctricos se hundió durante los primeros meses de 2024, con caídas de hasta el 50% en algunos segmentos. El incentivo, que hasta agosto de 2023 beneficiaba a matriculaciones de flotas empresariales y hasta diciembre a particulares, había sido uno de los pilares clave del crecimiento del sector en Alemania.

Ahora, el nuevo programa busca corregir el rumbo sin repetir errores del pasado. A diferencia de los anteriores esquemas, el objetivo será facilitar el acceso a la movilidad eléctrica en aquellos hogares con menor capacidad económica. Una medida que, según el acuerdo de coalición entre la SPD y la CDU, pretende ofrecer “ventajas tangibles para los consumidores” y no simplemente apuntalar las ventas generales del sector.

Se tratará de un plan plurianual con horizonte hasta 2029, lo que ofrece cierta estabilidad a medio plazo tanto para compradores como para fabricantes. El formato exacto aún no se ha detallado, pero se espera que se limite el acceso a modelos con un precio tope, y que se controle de forma más estricta la renta de los beneficiarios.

En comparación, otros países como Francia ya han implementado esquemas similares, como el leasing social, que permite acceder a coches eléctricos por menos de 100 euros al mes para familias con ingresos modestos. La iniciativa germana podría ir en esa línea, aunque con más margen de personalización.

Sin acuerdo sobre el futuro más allá de 2035

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A pesar del consenso en torno a la necesidad de estimular el mercado eléctrico, no todo son puntos de unión en el panorama político. Uno de los temas pendientes sigue siendo el límite de emisiones cero de CO₂ para 2035 en la Unión Europea, que marcará el fin de los motores térmicos convencionales.

Sobre este aspecto, los líderes de los partidos gobernantes mantienen posturas dispares. Mientras desde la CSU se insiste en la “libertad tecnológica” y en proteger el empleo en la automoción tradicional, la SPD reclama mayor flexibilidad en la transición, pero sin dar pasos atrás.

La industria, mientras tanto, reclama claridad y previsibilidad, en un momento donde las inversiones en electrificación exigen certezas a largo plazo. La vuelta de las ayudas, aunque limitada, es una señal de que el Ejecutivo ha comprendido la necesidad de acompañar el cambio con medidas concretas.

Alemania intenta corregir el rumbo, reconociendo que el impulso a la movilidad eléctrica no puede depender solo del mercado. Sin apoyo institucional, el coche eléctrico sigue siendo inaccesible para una parte importante de la población.

Fuente | Heise

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