
Porsche avisa: el modelo actual está agotado
Porsche reconoce que su modelo de negocio tradicional ha llegado a su límite y anuncia un segundo conjunto de reestructuración para 2025. El consejero Oliver Blume expone la presión de China, Estados Unidos y la electrificación, ante la que no han logrado ofrecer una alternativa para sus clientes, ni para atraer nuevos.

Porsche ha lanzado el aviso de que su modelo de negocio ya no encaja en el mercado actual. Su Director Ejecutivo, Oliver Blume, ha anunciado en una carta a la plantilla que la compañía atraviesa “desafíos masivos”. Las ventas y los beneficios están en declive, y las medidas adoptadas hasta ahora no bastan para garantizar un futuro estable.
En la primera parte de 2025, Porsche ya recortó 1.900 puestos en la región de Stuttgart y dejó de renovar otros 2.000 contratos temporales. Pero Blume advierte: “eso no es suficiente”. En el segundo semestre se abrirán negociaciones para un segundo paquete de reestructuración, sin detallar aún el volumen, aunque los expertos apuntan a que podría ser mayor.
Porsche contaba con 23.600 empleados en Alemania, y Blume aclara que no habrá despidos forzosos, al menos hasta finales de 2029: los ajustes se harán a través de prejubilaciones, jubilaciones parciales o salidas voluntarias.
Porsche: tres frentes clave de presión

- China: el mercado de eléctricos de masas por debajo del segmento premium ejerce una fuerte presión de precios, dificultando la competitividad de los modelos de lujo.
- EE. UU.: los aranceles al alza y la divisa debilitada han castigado la rentabilidad, a pesar de un récord de entregas.
- Electrificación: el avance más lento de lo previsto obliga a invertir más en producción y cadena de suministro, mientras que los márgenes de los eléctricos son menores, y el modelo tradicional ya no es viable.
Los beneficios operativos en el primer trimestre cayeron un 40 %, situándose en unos 800 M €, mientras que el volumen de negocio pasó de 9.000 a 8.700 millones de euros. La rentabilidad proyectada para 2025 asciende al 6,5‑8,5 %, muy por debajo del objetivo estratégico del 15‑17 % (e incluso el 20 % a largo plazo).

Blume define la situación actual como una “crisis de condiciones marco”, que afecta a Porsche más intensamente que a la media del sector de lujo. A pesar de los récords de ventas en algunas regiones, las cifras actuales no consolidan el futuro. Por ello, es vital que Porsche optimice internamente y actúe con rapidez, flexibilidad y eficiencia.
La conclusión es que el segundo semestre de este año será decisivo en el futuro de Porsche. El fabricante alemán necesita transformarse con urgencia para adaptarse a los nuevos mercados, con un modelo más ágil, eficiente y sostenible ante un entorno complejo donde sus competidores están lanzando coches más rápidos, con más tecnología, mucho más deseados por los nuevos clientes, y además tres o cuatro veces más baratos, lo que supone un ejemplo de que el valor de marca está muriendo, y con el se pueden ir para el otro barrio las marcas que han vivido de ello toda su vida.