¿Qué será lo próximo del coche eléctrico?
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Publicado: 15/07/2013 10:29
En los próximos años la tecnología del coche eléctrico se extenderá sin freno, y de esa manera veremos como aumentan las autonomías, se reducen los tiempos de recarga, y esperamos que se bajen de forma importante los precios de los vehículos, un escalón imprescindible para su expansión.
Pero la pregunta que nos hacemos que cuales de las tecnologías serán las que logren auparse en este desarrollo y lograr hacerse un hueco en el mercado gracias al coche eléctrico, una industria que supondrá un cambio a todos los sentidos donde los suministradores de aceites y piezas de recambio para motores de combustión tendrán que buscar nuevas vías de negocio.
Sin duda una de las primeras peticiones que unen a los escépticos y los creyentes del coche eléctrico es la autonomía, un aspecto que como toda tecnología es cuestión de tiempo que logre una evolución hacia cifras mucho mayores, pero un proceso lento en el que son muchos los intereses que hay a su alrededor, como tecnologías que quieren convertirse en las que provoquen la revolución.
Baterías de Litio-Aire
Una de las que tiene más posibilidades de lograrlo son las baterías de litio-aire, una tecnología con muchas variantes, Zinc-Aire, Litio-Aire y Magnesio-Aire, Potasio-Aire, que logra una energía específica teórica de 12 kWh/kg, 20 veces más que el límite teórico de las baterías de litio convencionales.
Se trata de una tecnología prometedora que cuenta con el principal problema que por el momento de una tensión de carga muy superior a la de descarga, y por ello estas baterías tienen una eficiencia de carga-descarga bastante pobre que ronda actualmente el 60%, algo que solamente el tiempo podría solucionar pero que necesitará unos años para lograrlo pero que prometen autonomías de 800 kilómetros con cada carga en el mismo espacio que las actuales baterías de iones de litio.
Supercondensadores
Son la eterna promesa que no logran superar sus problemas para ser una realidad más allá de ciertos nichos de mercado, una tecnología que cuenta con dos de los elementos más deseados por los desarrolladores de baterías, una vida útil casi ilimitada, y una capacidad de carga y descarga que les permiten recuperar su capacidad en cuestión de segundos mediante una toma de elevada potencia.
El principal problema de los supercondensadores es su baja densidad energética que provoca que para lograr una cantidad mínima de almacenamiento sean necesarios packs grandes y pesados, a lo que podemos sumar unos precios que tampoco destacan por su economía, una tecnología fascinante que necesita dar un paso adelante si no quiere quedarse limitado en un futuro a aplicaciones como los sistemas de los modelos híbridos.
Recarga inductiva
Se trata de una tecnología que tiene un largo recorrido por delante y múltiples aplicaciones como campo de trabajo, un sistema que nos permitirá recargar nuestra batería sin necesidad de conectar nuestro coche a ninguna toma, simplemente estacionando sobre un emisor que se encargará de recargar la batería de forma inalámbrica.
El potencial de esta tecnología es muy grande, pero tal vez no de la forma en la que se está intentando en una primera fase, los hogares particulares, ya que la operación de enchufar el coche es demasiado sencilla para que el cliente opte por un sistema menos eficiente a nivel energético, ya que a pesar de su evolución, la inducción tiene un cierto grado de pérdida durante el proceso de recarga.
Tal vez el futuro de esta tecnología esté en los lugares públicos de recarga, donde los cables y las estaciones tradicionales tienen más riesgo de sufrir actos de vandalismo, y donde la ubicación de las estaciones por inducción pueden jugar un papel clave en el desarrollo del coche eléctrico. Más a largo plazo también podremos ver en nuestras carreteras carriles habilitados para los coches eléctricos por los que podremos circular y al mismo tiempo recargar nuestra batería, una tecnología que está más lejos a nivel económico que por desarrollo técnico.
No sabemos si alguna o todas estas tecnologías lograrán hacerse un hueco en el mercado, pero lo que si tenemos claro es que el coche eléctrico logrará alzarse como una alternativa ante un coche con motor de combustión que verá como su tiempo se agota con el paso de los años.