Japón está pensando en regalar los coches a hidrógeno, y también ofrecer repostajes gratuitos
El pasado mes de julio hemos conocido los planes del gobierno japonés, para incentivar los modelos impulsados por hidrógeno. La idea era ofrecer incentivos de 15.000 euros para la compra de los primeros modelos. Una ayuda que parece no será la única.
Algunas prefecturas, como Aichi, base de Toyota, ofrecerán otros 7.500 euros adicionales a los que ofrecerá el gobierno. Pero esto no parece suficiente para atraer a los primeros compradores, y las autoridades niponas estudian otras opciones más radicales.
Antes de nada, hacemos un pequeño resumen de costes. Según Toyota, su primer modelo a hidrógeno costará antes de ayudas unos 51.000 euros. Si le restamos los 15 mil euros del gobierno, la cifra bajará hasta los 36.000 euros, que se quedan en 28.500 euros si le añadimos la ayuda local.
Pero como decimos, esto no parece suficiente. Japón en su decidida apuesta por el hidrógeno, pondrá sobre la mesa la posibilidad de que los primeros usuarios no tengan que pagar nada por el coche, ni por los repostajes en las hidrogeneras. Sin duda, una fórmula ideal para atraer a clientes.
El problema es que ni con estas el hidrógeno tiene garantía de éxito. Esto se debe a que en la actualidad sólo hay una estación de repostaje pública en funcionamiento. El plan es tener al menos 100 de cara al próximo año, cuando Toyota, Honda, además de otros fabricantes como Hyundai, pongan en la calle sus primeras propuestas en el sector de los coches a hidrógeno.
Pero la pregunta de la prensa japonesa es que si una tecnología necesita un 40% de subvención pública para tener un precio competitivo, está realmente preparada para llegar al gran público. Una pregunta que cada vez más personas se hacen, cuando ven que los coches eléctricos apenas reciben 6.000 euros de ayuda pública.
Pero el peso de Toyota es demasiado grande. Ahora será cuestión de saber cual tiene más fuerza, si la opinión pública, o los millones de puestos de trabajo que genera Toyota, que quiere arrastrar al ejecutivo nipón en su absurda cruzada en favor del hidrógeno como única alternativa a los modelos de combustión.
Vía | Autonews