La empresa vasca Ibil, una iniciativa de EVE, Ente Vasco de Energía, y Repsol, se extenderá por el resto de la península en un ambicioso programa a largo plazo, pensado en hacerse con un pedazo del naciente mercado de los sistemas de recarga públicas. Con una inversión de 10 millones de euros, Ibil no nace como un experimento y contempla un estructurado plan de negocio, tarifas y calendario de rentabilidad, previsto para 2020.
Con 100 puntos de recarga en funcionamiento, Ibil ha firmado importantes acuerdos con fabricantes como Peugeot, Nissan y Opel, para promocionar entre los clientes de estas marcas la adquisición de sistemas de recarga para el hogar.
Además de la fabricación de los puntos, la actividad de Ibil incluye un fuerte desarrollo industrial y tecnológico, lo que provoca un efecto de creación de empleo y que nos muestra de nuevo que los vehículos eléctricos además de ayudarnos a reducir la dependencia energética, son una excelente solución para reducir la insoportable tasa de paro de nuestro país.
Recordamos que Ibil, es uno de las primeras empresas que ofrecen un servicio pensado para el usuario particular, una tarifa plana que garantiza que el 100% de nuestra recarga se realiza con energía renovable. Denominada 35 consta de las siguientes condiciones:
350€ de cuota de alta a incluir en la primera factura.
35€/mes del alquiler del terminal de recarga.
35€/mes de tarifa plana.
35% de descuento, en las recargas realizadas en los terminales públicos de IBIL y lo pagarás en tu factura mensual, sin tener que pagarlo en el momento o por adelantado.
Eso si, atentos a la letra pequeña, y es que el horario de recarga estará limitado a una franja que va desde la una de la mañana a las siete de la mañana, y con un consumo máximo de 180 kWh cada mes. Si aplicamos una simple regla de tres, supondrán 7,5 recargas con una batería de 24 kWh, y unos 1.312 kilómetros mensuales, 43 kilómetros diarios. Por su parte, los consumo realizados fuera de ese horario se castigarán con un coste de 0.35 kWh, lo que supone el doble de una tarifa normal.
Por su parte, al igual que con los móviles, Ibil nos obliga a una permanencia de 48 meses, un periodo durante el que habremos pagado un total de 1.680 euros por el alquiler de nuestro punto de recarga, y no seremos sus propietarios.
En definitiva, una buena idea, pero con la que se le han ido los precios de las manos, aunque si tenemos en cuenta que esto es un negocio, tal vez nos tendremos que ir acostumbrando a estas tarifas, menos mal que siempre nos queda compararnos un punto de recarga propio, y olvidarnos de estas cosas, es lo bueno de los coches eléctricos, siempre hay alguna alternativa.
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Fuente:
El economista
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