Siete meses después, sin noticias de Think

Cuando el pasado verano el empresario ruso Boris G. Zingarevich se hizo con el control del fabricante noruego Think, además de salvar de nuevo de la desaparición al pequeño eléctrico, también aseguró que a principios del 2012 veríamos una nueva y mejorada versión. Comenzando el segundo mes de este 2012 no hemos visto ni una sola noticia relacionada con Think, más allá de la paralización de sus instalaciones norteamericanas y el efecto arrastre que ha tenido con el fabricante de baterías Ener1, también en manos de Zingarevich.

De momento no hay novedades respecto a un modelo que según su nuevo propietario en el momento de su rescate, se trataba de una marca con un alto valor en el mercado y que merecía la posibilidad invertir en ella para continuar la actividad, pero la realidad es que nada se sabe del futuro de Think, que está levantando grandes dolores de cabeza a las administraciones que han apoyado su expansión, cuando claramente no tenia posibilidades contra los productos de los grandes fabricantes.

Detrás de si, Think ha dejado medio centenar de unidades sin terminar en la factoría situada en la localidad norteamericana de Elkhar y la promesa incumplida de crear 400 empleos directos, a lo que el estado de Indiana debe sumar los 113 millones de dólares entregados al fabricante de baterías Ener1, lo que seguro que provocará las preguntas de los vecinos por el dinero público invertido por el gobierno local.

Desconocemos si la producción en la planta finlandesa de Valmet continua, una duda que se incrementa al tratar de buscar información en la página de Think, que ya no existe, un temor que se podría extender entre los actuales propietarios del Think que podrían ver peligrar los repuestos necesarios para las reparaciones de sus coches a corto o medio plazo.

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