El principal problema de los sistemas pila de combustible de hidrógeno son sus elevados precios de producción y su baja eficiencia respecto a los sistemas por baterías, unos escollos que han tenido a esta tecnología aparcada en un segundo plano en el sector de la automoción.
Una investigación de la Carbon Trust, una empresa independiente dedicada a la mejora de la eficiencia energética y la reducción de las emisiones, ha confirmado que ITM Power dispone de una tecnología que con una producción de unas 500.000 unidades al año dejarían el precio final por debajo de los 30 euros el kW, y pondría la pila de combustible de hidrógeno al alcance del mercado.
ITM Power ha publicado las cifras de su investigación que muestran lo que parece que es la pila de combustible con la mayor densidad de energía desarrollada hasta el momento, utilizando hidrógeno como combustible y aire de ordinario en lugar de oxígeno puro, y donde se ha recortado la costosa membrana casi a la mitad, y reducido el coste del electrodo en un 80%.
Pero en esta tecnología, además de reducir el coste de la pila de combustible, los desarrolladores también tendrán que recortar el coste y peso de los depósitos donde se almacena el hidrógeno, y que será una de las piezas claves en los futuros diseños.
Para lograr un precio competitivo, que ahora mismo es la principal barrera de esta tecnología, ITM ha utilizado unos compuestos de hidrocarburos logrados mediante una mezcla que da como resultado un producto muy competitivo, que lograría alcanzar la cifra estimada para alcanzar la rentabilidad económica, 30 euros el kW, lo que abre las puertas a una producción en masa.
De forma paralela de este estudio, el Departamento de Energía de los Estados Unidos ha publicado sus estimaciones del futuro de esta tecnología, donde ha destacado que los objetivos de la pila de combustible es alcanzar una eficiencia del 60% para el 2017, con una vida útil de 5.000 horas y que su precio baje hasta los 25 euros el kW para el 2017.
Pero como la propia ITM dice, estos nuevos desarrollos deben ser correctamente estudiados y auditados por empresas externas que certifiquen su validez de cara a un desembarco comercial, un desembarco que los responsables del proyecto se atreven a unir con la segunda generación de coches con pila de combustible, que se espera lleguen al mercado entre los años 2017 y 2018, será entonces cuando teóricamente despegue una tecnología que lleva demasiados años limitada por los precios astronómicos de sus componentes.
