Conscientes de que cada uno por su lado lo tendrán más difícil, Nissan, Toyota, Honda y Mitsubishi se han unido para expansión de las infraestructuras de recarga, un elemento que consideran imprescindible para que los modelos impulsados por electricidad logren hacerse un hueco en el mercado.
Estos trabajarán de forma conjunta con el gobierno japonés para lograr incrementar la red de puntos de recarga para coches eléctricos existentes alcanzando los 4.000 estaciones de recarga rápida y las 8.000 de recarga lenta, una acción que esperan permita maximizar las posibilidades de los modelos impulsados exclusivamente por electricidad que en esta primera fase se ven lastrados por las bajas autonomías.
Uno de los puntos más importantes es la localización de las propias estaciones, y de esa manera se priorizarán las áreas de gran afluencia de conductores, como los centros comerciales, donde se situarán los puntos de recarga lenta, mientras que las áreas de descanso de las autovías serán en emplazamiento principal para los puntos de recarga rápida.
Otro aspecto importante de este acuerdo es que los usuarios podrán utilizar toda la red de recarga utilizando una única tarjeta, una fórmula que permitirá la movilidad entre ciudades sin tener que acarrear diferentes tarjetas o formas de pago, uno de los aspectos más importantes de este acuerdo.
Este programa se enmarca en una iniciativa integral que pretende aumentar de forma sustancial unas ventas algo estancadas en Japón, que gracias a la mayor presencia de puntos de recarga y la puesta en marcha de programas de ayudas a la adquisición y la llegada de nuevos modelos, pretende llevar la cuota de mercado del coche eléctrico a finales de la década entre el 15 y el 20% del total de matriculaciones.
Donde no tendrán problemas los japoneses es en el formato de recarga, algo que seguro facilitará la expansión de su red al utilizar todos los coches el mismo sistema, otro detalle junto con la colaboración público/privada del que debemos tomar nota en Europa.
Vía | TET