
Esta bici eléctrica cuesta menos de 1.000 euros y sorprende por lo mucho que ofrece
Si estás buscando una bici eléctrica de precio razonable, pero sin renunciar a cierto nivel de calidad, la Nakamura Crossover E es una propuesta sencilla y urbana que destaca por su comodidad y precio. Con un diseño funcional, componentes honestos y ensamblado en Francia, este modelo quiere romper moldes. Su baza principal: ofrecer mucho por muy poco.


Por 999 euros, la nueva Nakamura Crossover E se posiciona como una de las opciones más atractivas para quienes buscan una bici eléctrica urbana asequible, sin renunciar a lo esencial. Aunque está diseñada con una clara orientación básica, logra convencer por su comodidad, su equipamiento funcional y una experiencia de uso muy por encima de lo esperado, todo ello con el añadido de estar ensamblada en Europa.
Diseño y comodidad pensados para el día a día
A simple vista, no parece una bici de bajo coste. Su cuadro está bien terminado, con una estética discreta pero cuidada, y unas líneas que no desentonan en absoluto con modelos mucho más caros. Aunque pierde el enfoque de bicicleta de trekking de sus antecesoras, gana en polivalencia urbana.
Monta unos neumáticos de 2,2 pulgadas que deberían absorber bien las irregularidades del asfalto, incluso con alta presión. La suspensión delantera, con 65 mm de recorrido, también ayuda a suavizar los baches y los pequeños obstáculos del entorno urbano. Sin embargo, es la enorme silla acolchada y con muelles la que se lleva todo el protagonismo. Combinada con una postura de conducción muy erguida, convertirá los trayectos diarios en algo bastante más llevadero.
Tecnología sencilla, pero cumple con lo necesario

En una bici eléctrica por debajo de los 1.000 euros, no se pueden esperar alardes tecnológicos, y en este caso apuesta por la simplicidad. La consola es mínima: botones para encendido y ajuste de asistencia, y unos pocos indicadores LED para mostrar batería y modo activo. Eso sí, su uso es claro e intuitivo, y no resulta anticuada en el día a día.
El motor trasero —denominado Naka Hub One— ofrece 250 W nominales y 45 Nm de par, más que suficiente para moverse con soltura por ciudad. La asistencia depende de un sensor de cadencia, lo que significa que no mide la fuerza ejercida, solo el giro de los pedales. No es lo más refinado, pero funciona bien para el entorno urbano.
A esto se suma un cambio Shimano Tourney de 6 velocidades. Una transmisión sencilla pero funcional, ideal para quienes se inician en el mundo de las bicis eléctricas. Destacan también los frenos de disco hidráulicos, algo muy poco habitual en este rango de precios y que mejora notablemente la seguridad.
Autonomía razonable y carga bastante rápida

La batería, de 374 Wh, se integra en el cuadro y es fácilmente extraíble, lo que permite recargarla en casa o en la oficina sin complicaciones. Pese a su capacidad modesta, los resultados reales son muy correctos: entre 40 y 50 kilómetros por carga usando los modos de asistencia más altos, incluso en días fríos.
El cargador permite recuperar hasta un 60% de carga en menos de 2 horas y completar la batería al 100% en unas 3. El sistema de carga es sencillo y funcional, y se puede consultar el nivel desde la propia batería o la consola del manillar.
Precio rompedor, y buena base para el uso diario
El gran atractivo de esta bici eléctrica está en su precio. Por solo 999 euros, se presenta como una alternativa muy seria para quienes buscan una solución eléctrica urbana sin complicaciones ni florituras. Además, se ensambla en la fábrica de Machecoul, en Francia, lo que añade un plus de confianza.
El cuadro tiene garantía de por vida, y se ofrece en una única talla válida para personas entre 1,50 y 1,85 metros de altura. El color también es único: gris. Como extras, se pueden añadir un portabultos trasero por 54,99 euros y un candado de rueda por 39,99 euros.


