500.000 euros, el coste de fabricar cada Fisker Karma

La desaparición de Fisker es casi inevitable, un panorama muy poco esperanzador que ha provocado que algunos se hayan lanzado a hacer leña del árbol caído incluso antes de que este haya muerto. Uno de estos ha sido la consultora PrivCo que al igual que ha sucedido en su momento con el Volt, se ha propuesto estimar el coste de fabricar cada unidad fabricada del Karma.

Evidentemente son dos casos diferentes ya que la tecnología del Volt será usada en futuros modelos y su coste es muy difícilmente cuantificable, pero en el caso del Karma es algo menos complejo ya que con la desaparición del fabricante, su tecnología pasará a formar parte de los elementos del concurso de acreedores y no seguirá su recorrido. Con esta premisa en la mesa  PrivCo ha cogido todo lo que ha invertido Fisker en el desarrollo del Karma, lo ha dividido por las 2.500 unidades vendidas en total, y nos ha dado como resultado una cifra impactante.

El Karma, un modelo con buena aceptación en mercados como Holanda

Según el estudio, o estimación diría yo, Fisker ha recaudado en toda su vida un total de 1.250 millones de euros, un dinero invertido en su mayor parte en el desarrollo del Karma y de los cuales en parte es dinero procedente de créditos concedidos por el gobierno americano y el resto de accionistas privados. Entonces si dividimos estos 1.250 millones de euros entre las 2.500 unidades vendidas en total desde el comienzo de la producción nos da como resultado que producir cada Karma ha costado la friolera de 500.000 euros, casi cinco veces más de lo que costaba cada unidad.

Por supuesto volvemos al principio, es una división demasiado sencilla y en un fabricante de coches como en cualquier empresa hay muchas variantes, pero lo que si está claro es que si Fisker desaparece, este dinero también lo hará en su mayor parte ya que como hemos comprobado después del fallido intento de venta de la compañía a empresas chinas, Fisker apenas tiene tecnología propia en sus manos y la mayor parte procede de los suministradores, por lo que los inversores apenas podrán recuperar una pequeña parte de su dinero, lo que nos indica que el Karma ha sido uno de los coches más caros de los últimos años.

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Fuente |  Hybridcars