El efecto ayudas. Abril multiplica por cinco las ventas de coches eléctricos en España

La activación de las ayudas a la compra de coches eléctricos ha demostrado una vez más la dependencia de estos a los subsidios públicos, y es que durante el pasado mes de abril se han vendido en España 108 coches eléctricos, lo que supone multiplicar por cinco las cifras del mes de abril de 2012 y hacer despegar las de un 2013 casi en blanco.

Esto pone sobre la mesa la problemática de las ayudas a los coches eléctricos en España, un sistema que no podría estar peor pensado y que provoca largos periodos de sequía, para sufrir una avalancha de solicitudes en momentos puntuales, volviendo de nuevo a la normalidad cuando se terminan las exiguas ayudas, algo que debería hacer reflexionar a todas las partes implicadas para lograr algo de estabilidad en un sector casi en nacimiento.

Y es que el sistema aplicado en España a pesar de que parece haber sido ligeramente modificado, era absolutamente absurdo, ya que el cliente interesado debía acercarse al concesionario, pagar el total del coste del vehículo, y posteriormente esperar a que el gobierno le ingresase el dinero en su cuenta, para posteriormente tener que devolver parte de ese dinero de nuevo a hacienda, ya que no olvidemos que este se contabiliza como un ingreso.

Esto supone que los menos entusiastas salgan escopeteados de los concesionarios y solamente las empresas y los que han logrado hacerse con un chollo están comprando coches, mientras que el grueso de la población que puede acceder a estos, no lo hace por lo complejo del sistema.

Es evidente que si quieren mejorarse las cifras de ventas es urgente afrontar un cambio serio en el sistema de ayudas, haciendo que estas sean entregadas al concesionario a los x días de realizar la venta, para de esa manera el cliente solamente tenga que desembolsar el dinero neto, además claro de poner en marcha un plan a más largo plazo que no esté limitado solamente a una pequeña cantidad presupuestaria, ya que son apenas cientos las unidades que cada año se venden y eso no supondrá un gran esfuerzo económico para un país como España, y que proporcionará un marco más estable y seguro tanto a fabricantes, vendedores y compradores.

Pero claro, como se suele decir, querer es poder, y en España no se quiere apoyar de verdad el coche eléctrico, se hacen apaños temporales para salir del paso y que sean otros los que lo arreglen, y esa no es la forma de hacer las cosas, menos en un sector que quiere ser uno de los que nos ayude a sacar la cabeza de esta recesión en la que nos han metido.

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