Llegan las primeras unidades del Toyota Mirai a Europa. ¿Qué le falta para ser realmente interesante?
4 min. lectura
Publicado: 12/08/2015 11:14
Siendo puramente objetivos, el Toyota Mirai al igual que el resto de coches dotados de una pila de combustible de hidrógeno, tienen un mercado extremadamente pequeño por delante. Aspectos como la ausencia de una mínima red de repostaje es su principal problema, pero no el único.
La pasada semana han desembarcado en el puerto de Zeebrugge, Belgica, las primeras 5 unidades del Toyota Mirai destinadas al mercado europeo. Un desembarco de lo más modesto que supondrá que este año apenas 50 unidades lleguen a nuestro mercado. El próximo se acelerará el ritmo, con unas entregas que se esperan alcancen las 100 unidades.
Pero la pregunta que os queremos hacer es ¿qué le falta al Mirai para ser un modelo realmente interesante?
La red de repostaje es uno de los principales problemas de estos modelos. Son muy pocas las estaciones donde repostar los depósitos de estos vehículos, e incluso algunas de ellas tienen problemas para atender los requerimientos de modelos como el Mirai, algo que está sucediendo en California.
El principal problema de estas infraestructuras es su elevado coste, se estima que en torno al millón de euros, y además aspectos como su limitada producción diaria de hidrógeno, y también los requisitos de seguridad que deben cumplir para permitir su instalación en zonas habitadas.
El precio es otro de los grandes problemas de estos modelos. En el caso del Toyota Mirai antes de impuestos cuesta 66.000 euros. Esto llevaría su precio en España hasta los 79.860 euros, a lo que habría que restar unas ayudas de las que todavía no conocemos la cuantía.
Además podemos añadir un sistema de propulsión bastante modesto para este rango de precios. Apenas 100 kW (136CV) que no lo convierten precisamente en un coche rápido. Algo que podemos esperar de un turismo de menos de 30.000 euros, pero no de uno de casi 80 mil euros.
En el lado positivo está una autonomía que en ciclo EPA norteamericano le ha otorgado un total de 502 kilómetros, lo que le convierte en el coche con cero emisiones con mayor autonomía del mercado. A esto añadir unos tiempos de repostaje que rondan los que necesita un coche con motor de combustión, según el fabricante entre 3 y 5 minutos.
Por lo tanto si el Mirai contase con un sistema de propulsión ligeramente más potente, digamos unos 200 caballos, una buena infraestructura de repostaje, se conociesen aspectos como el coste del kilo de hidrógeno, la duración y el mantenimiento de la pila de combustible, y el precio no fuese muy superior a los 40.000 euros, el Mirai podría ser una excelente alternativa a los modelos con motor de combustión.
Por desgracia de momento son demasiadas las incógnitas las que rodean a este tipo de vehículos. Una incertidumbre que hará que su expansión sea extremadamente lenta.