Según Andy Palmer, Tesla ha jugado un papel importante, pero Aston Martin está en otra liga
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Publicado: 26/10/2016 10:05
El presidente de Aston Martin ha realizado unas declaraciones en la cadena americana CNBC, donde confirma su apuesta dentro del sector del coche eléctrico. Una apuesta protagonizada por el RapidE, que llegará en los próximos dos años al mercado.
Como en todas las entrevistas de este estilo, siempre sale la comparación con Tesla. En este aspecto el jefe de Aston Martin indica que el Model S ha encajado en un segmento premium, entablando competencia con fabricantes como BMW, Mercedes o Audi, pero al mismo tiempo Palmer indica que Aston Martin juega en otra liga superior.
Según el Sr Palmer, el objetivo de Aston Martin no es Tesla, si no superar a marcas como Ferrari, Bentley o Rolls Royce. Grandes nombres que para Palmer han fallado en su intento por lanzar un vehículo eléctrico en su segmento. Algo que les permitirá gozar de una pequeña ventaja y convertirse de esa forma en unos pioneros en su segmento.
Pero no será un camino fácil. Para Palmer hay que círculo vicioso que debe ser roto antes o después. Los costes de producción. Un elemento que afecta principalmente a las baterías, pero también a otros elementos del sistema de propulsión. Algo que llevará un tiempo lograr.
Como recordamos, el primer Aston Martin eléctrico será una berlina, el RapidE, que están desarrollando en colaboración con los chinos de LeEco. Un modelo que será ensamblado en la planta que el fabricante británico tiene en Warwickshire. Una planta que por otro lado debe afrontar una importante modernización para dar acogida a una nueva generación de coches.
Ahí es donde Aston Martin puede comenzar a tener problemas. Los inversores están muy preocupados por la marcha de la economía de un fabricante que lleva seis años dando pérdidas, y que esperaba llegar a los número verdes en 2018. Pero la inversión en un modelo eléctrico podría ser visto como una mala señal de cara a lograr ese objetivo.
En caso de superar esas dificultades, entre 2017 y 2018 deberíamos ver en la calle al Aston Martin RapidE. Una berlina dotada de un sistema de propulsión, desarrollado por Williams, de unos 1.000 CV, que cuenta con una autonomía por encima de los 300 kilómetros. Además no faltará todo el lujo que acompaña al fabricante inglés, y que tendrá un precio no apto para bolsillos cortos, unos 225.000 euros. Algo más si se opta por la versión dotada de tracción a las cuatro ruedas.
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Vía | CNBC