Noruega se prepara para quitar privilegios a los coches eléctricos, por culpa de su éxito de ventas

Si hace un momento hemos visto como en España sufrimos unos programas de incentivos a los coches eléctricos totalmente chapuceros, en otros lugares ya están planteándose ponerles límite ante el éxito logrado por este tipo de vehículos. Y no hablamos de países dependientes a nivel energético como el nuestro, si no de los que exportan la mayor parte de lo que producen. Hablamos de Noruega.

En este país exportador de petróleo, se han puesto en marcha hace un par de años una serie de medidas destinadas a lograr poner en la calle 50.000 coches eléctricos antes de 2018. Entre ellas destacaba la exención de impuestos de compra y de los municipales, la exención del pago en autovías y ferris, el permiso para moverse por los carriles bus, así como la de aparcamiento y recarga en el centro de las ciudades.

El resultado ha sido una explosión de ventas gracias a que el precio de los coches eléctricos eran incluso más baratos que sus rivales con motor de combustión, a lo que había que añadir que moverse era prácticamente gratuito gracias a la enorme red de recarga gratuita disponible por todo el país.

esta enorme demanda ha significado que el pasado año ya se habían superado las 50.000 unidades vendidas. A pesar de todo, el gobierno no ha cortado de golpe las ayudas, y hasta el momento las ha mantenido sin ningún cambio. Algo que todo hace indicar tiene las horas contadas.

En principio el gobierno, que está conversando con diferentes agentes relacionados con la movilidad, retirará los incentivos menos importantes, como la exención del pago en ferris, autovías, así como la barra libre de aparcamiento y el de acceso a los carriles bus. Medidas que serán en algunos casos revocadas, y en otras reguladas. También se espera que se recuperen los impuestos municipales.

Pero de momento no se espera que la medida estrella vaya a modificarse, la exención del pago del IVA. Al menos hasta 2018 el gobierno de Noruega espera mantener esta rebaja fiscal, que permite a los coches eléctricos disfrutar de un coste muy competitivo. Una medida que para esa fecha el gobierno tendrá que decidir si prorroga, o por el contrario comienza la introducción gradual de un impuesto que vaya poco a poco gravando los eléctricos.

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Vía | Gas2