Los expertos avisan del peligro del ambicioso programa de coches eléctricos de Volkswagen

Los expertos avisan del peligro del ambicioso programa de coches eléctricos de Volkswagen

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Publicado: 02/07/2016 11:46

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Hace unos días desde Volkswagen se ha lanzado un anuncio que sobre el papel parecía un paso adelante definitivo en su hasta ahora débil apuesta por el coche eléctrico. Se afirmaba la fabricación de entre 2 y 3 millones de coches al año para 2025, o lo que es lo mismo, un 25% de las ventas del grupo serían eléctricos.

Pero claro, la cuestión es que para poner en el mercado semejante cantidad de coches, necesitas un enorme suministro de baterías. La prensa alemana ha rumoreado que el grupo germano prepara una fuerte inversión en una fábrica, que se estima podría necesitar una inversión de 10.000 millones de euros.

Para lograr atender una demanda de entre 2 y 3 millones de coches al año, serán necesarios unos 150 GWh, que supone multiplicar por cuatro la capacidad de la gigafábrica de baterías de Tesla. Una cantidad considerable sobre todo si tenemos en cuenta que la fábrica todavía es sólo un rumor.

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Esto según los expertos es un movimiento arriesgado. Primero por que puede ser una reacción al escándalo de emisiones, y un intento drástico de mejorar su imagen entre el gran público. Algo que puede tener como resultado la creación de unas expectativas demasiado elevadas que luego podrían no cumplirse.

Por otro lado indican que esto podría suponer un riesgo económico. La inversión en esta instalación, unos 10.000 millones de euros, llegaría en un momento donde VW debe afrontar una aprovisionamiento para los costes del escándalo de emisiones, estimado en 16.200 millones de euros.

Además de hace una comparativa con lo sucedido con el sector de los paneles solares en Alemania, donde los fabricantes locales llegaron a ser competitivos, pero se derrumbaron ante la imposibilidad de competir contra los productos chinos. Volkswagen podría poner en marcha una instalación, pero luego tendría que lograr ser competitiva a nivel económico frente a los desarrolladores asiáticos, que a día de hoy están muy por delante a nivel tecnológico e industrial.

La solución sería asociarse con otro fabricante, como ha hecho Tesla con Panasonic. Los candidatos principales podrían ser la también alemana Bosch, que el pasado año ha adquirido al desarrollador Seeo, conocido por su desarrollo de baterías de estado sólido. También existe la posibilidad de ampliar su colaboración con Samsung, que ya se encarga de las baterías de sus actuales modelos eléctricos.

Otra de las claves sería apostar por una tecnología rupturista, que le permita recortar la distancia que le sacan otros fabricantes. Pero la fabricación de baterías es un sector muy complejo, que no permite movimientos milagrosos de un día para otro.

La realidad es que Volkswagen da la impresión de estar maniobrando a base de anuncios publicitarios sin un proyecto definido. Un elefante en una cacharrería que quiere abarcarlo todo, pero que tendrá que demostrar con con hechos si son movimientos de cara a la galería mientras se calman las aguas oscuras del escándalo de emisiones, o realmente estamos ante el despertar de un gigante.

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