El Hyundai IONIQ recargando hasta 70 kW en un punto de recarga CCS Combo de 100 kW

El Hyundai IONIQ es un gran coche. Lo tiene casi todo para ser un éxito. Es atractivo a nivel de diseño, amplio, extremadamente eficiente, y no excesivamente caro en sus versiones de acceso. Incluso permite añadir una importante cantidad de equipamiento si queremos completar el de serie. Pero ha salido con una limitación enorme, en forma de batería de pequeña capacidad, apenas 28 kWh en la era donde menos de 40 kWh ya se considera desfasado.

Pero a cambio esto lo compensa con un cargador bastante capaz, que permite acceder a recargas rápidas con las que recuperar la energía en pocos minutos. Eso si hace falta un punto adecuado para sacar el máximo partido al cargador del Hyundai.

Aquí hacemos un pequeño inciso, con el que seguro muchos estaréis de acuerdo. Hablamos de una de las cuestiones más sencillas, pero que la mayor parte de los fabricantes han pasado por alto. La información del cuadro de mandos. En algunos podemos desde la velocidad, autonomía, carga restante…hasta el «Flow» o como la energía fluye hacia el motor, o vuelve a la batería durante la frenada. Algo que no sirve absolutamente para nada. Un ejemplo de aspectos inútiles que han ocupado un espacio que deberían estar utilizados por aspectos como la información de la recarga. Potencia, tiempo, energía…etc.

Por suerte los puntos de recarga rápida suelen ofrecer estas cualidades.  Una función que nos ha permitido ver otro de los aspectos más interesantes del IONIQ, su cargador. Nuestro amigo Bjørn Nyland, que ha estado probando una unidad del modelo coreano, además de mostrarnos la autonomía bajo el duro invierno noruego, también ha tenido la oportunidad de probar la carga rápida de este modelo.

En este vídeo podemos ver como el IONIQ se conecta a un punto multiformato con toma CCS Combo, el formato del Hyundai, y que cuenta con una potencia máxima de 100 kW. El vehículo empieza su carga con un nivel de batería del 10%, y vemos como la potencia arranca en una cifra ligeramente superior a los 60 kW. Poco a poco va creciendo hasta llegar a un pico máximo de 69.2 kW a los 18 minutos de comenzar la carga, y cuando la batería ya cuenta con un 76% de carga.

A partir de ahí comienza a bajar la potencia, que se coloca en los 50 kW al llegar al 80%, posteriormente bajando de forma gradual, hasta los 22 kW al 83%, llegando casi al final de la carga, el 93%, cuando la potencia se sitúa en los 18 kW.

En total el IONIQ ha logrado pasar del 10% de carga al 94% en 30 minutos, inyectando 25.54 kWh a la batería. Algo que nos da una cifra de unos 0.851 kWh por minuto conectado.

Podemos hacer una comparativa con la recarga rápida del Nissan LEAF 30. En una estación CHAdeMO de 50 kW, el modelo japonés ha logrado recargar  21.03 kWh en 26 minutos y 33 segundos. Algo que nos indica que el modelo japonés puede recuperar 0.792 kWh por minuto conectado. Esto significa que el IONIQ recarga un 7.45% más rápido que el LEAF.

Una comparativa poco científica, ya que en las recargas entran en juego factores como las condiciones ambientales, frío, calor…

Una potencia que posiblemente podrá crecer en el caso del modelo coreano, ya que monta un sistema compatible con cifras de hasta 100 kW. Una potencia que durante la presentación se indicaba permitiría llegar hasta el 80% en 20 minutos. Una cifra realmente llamativa, pero como vemos todavía no disponible.

Como decimos al principio, un gran coche, pero que se deja buena parte de sus posibilidades de ser un éxito en el camino por culpa de la baja capacidad de su batería.

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