Pragma Alpha. Una bicicleta eléctrica dotada de una pila de combustible de hidrógeno, con más de 100 kilómetros de autonomía y repostaje en 2 minutos

Pragma Industries es una empresa francesa que ha visto un nicho de mercado en la combinación de bicicleta eléctrica y pila de combustible de hidrógeno. Un diseño que rompe la barrera tanto de la autonomía, como sobre todo de los tiempos de recarga.

Esta empresa ha diseñado un modelo al que han catalogado como el primero que usa esta tecnología preparado para su comercialización. Un modelo que en el aspecto técnico no cuenta con grandes diferencias respecto a una bici convencional. Dispone de un motor Brose de 36V y 250W, que ofrece las prestaciones marcadas por la normativa europea, hasta 25 km/h de apoyo, y que se alimenta de una batería de litio de 150 Wh.

La diferencia llega en que en lugar de un cargador externo, esta batería se carga mediante una pequeña pila de combustible (PEM) de 150W que dispone de un depósito de hidrógeno comprimido con una capacidad para 2 litros. Una capacidad que le proporciona una autonomía por encima de los 100 kilómetros.

La otra gran diferencia con una bicicleta eléctrica convencional, son los tiempos de recarga. En lugar de las tres o cuatro horas, este modelo necesita apenas dos minutos para lograr recuperar el 100% su depósito. Todo gracias a una pequeña estación de repostaje diseñada por la empresa Atawey.

Desde Pragma se pone sobre la mesa otro de los beneficios de su diseño, y es que la pila de combustible no reducirá su rendimiento incluso cuando tenga que trabajar en condiciones de bajas temperaturas. Unas condiciones que normalmente bajan de forma importante la autonomía de una bicicleta eléctrica a batería.

A pesar de todo esto, desde la empresa se indica que su diseño no está pensado para uso particular. No indican los costes ni de la bicicleta, ni de la estación de repostaje, ni el coste del hidrógeno.

En su lugar desde Pragma se dice que este diseño puede adaptarse perfectamente a aplicaciones industriales, como para los sistemas de alquiler de bicicletas, flotas de empresas, servicios de reparto de última milla…Aplicaciones profesionales donde su amplia autonomía y bajos tiempos de repostaje pueden ser una baza muy interesante.

Un modelo que ya ha pasado su fase de prototipo, y que se encuentra lista para atender los pedidos que lleguen.

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Fuente | Pragma