¿Son los coches eléctricos sólo para ricos?

Siempre que hablamos de las barreras para que el coche eléctrico logre mayores ventas, en el top tres se colocan autonomía, tiempos de recarga, y sobre todo precio. Y es que aunque se logre solucionar lo primero y lo segundo, poco importa si los consumidores no pueden comprarse un eléctrico. Pero el mercado ha evolucionado y además de aumentar autonomías, y la disponibilidad de puntos de recarga, los precios también se han recortado. Algo a lo que se añade un mercado de ocasión cada vez más nutrido.

La pregunta es si los coches eléctricos siguen siendo para gente con buenos ingresos. Así lo indica la asociación de fabricantes europeos (ACEA) que ha indicado que los países con mayor cuota de penetración del coche eléctrico en Europa son aquellos con una renta per capita más alta. Por ejemplo, Noruega con una renta media de 64.000 euros al año, y que ha logrado un 24% de cuota de mercado, mientras que Holanda con una renta de 46.000 euros, ha logrado entre eléctricos e híbridos enchufables llegar a un 6%.

Esto quiere decir que los países con mayor cuota de mercado, son los más ricos, pero hay alguna excepción. Es el caso de Suiza, que cuentan con una renta per capita superior a la Noruega, pero apenas llega al 2% de cuota de mercado. Por otro lado aquellos mercados donde la renta no supera los 17.000 euros, las ventas no pasan del 0.5%.

Datos contra realidad

Pero una cosa es coger los datos y extrapolarlos a una estadística, y otra es ver el mercado y su enorme evolución en los últimos meses. Y es que podemos recordar por ejemplo la evolución del Nissan LEAF, que ha pasado de ofrecer en 2011 una capacidad e su batería 24 kWh y una autonomía de 175 kilómetros NEDC por 36.000 euros antes de ayudas, a una versión de 2018, con 40 kWh y 378 kms NEDC, que arrancará en enero sus ventas con un precio para la versión base que no superará los 31.000 euros antes de ayudas.

Además de esto en el mercado hay ofertas de unidades de concesionario con pocos kilómetros que nos proponen modelos que no están a la última, pero que tienen pocos kilómetros y con precios más populares. No es raro encontrarse en el mercado de España unidades del propio LEAF con menos de 40.000 kilómetros, con precios por debajo de los 14.000 euros. Y si podemos elevar el presupuesto hasta los 15.000 euros, podremos encontrar unidades de concesionario con apenas 10.000 kms. Precios que definitivamente no son para ricos.

Y si lo que buscamos es algo más moderno, por ejemplo hay unidades del nuevo Hyundai IONIQ eléctrico, con sus 28 kWh y sus 200 kilómetros de autonomía reales y prácticamente a estrenar, por unos más que módicos 22.000 euros. Por 3.000 euros más podríamos llegar a un Renault ZOE ZE 40 en acabado Intens, con sus 41 kWh y sus 300 kilómetros reales. Casi 10.000 euros menos de su precio de catálogo.

Eso hablando del mercado nacional, que no es uno de los más activos en cuanto a ventas de coches eléctricos. En caso de que nos vayamos un poco a la aventura, siempre podremos acudir a mercados más maduros, como por ejemplo el de Holanda, donde la oferta es enorme. Eso si, con las molestias y los gastos de desplazarte hasta donde están los vehículos, hacer el papeleo y conducirlo hasta España de vuelta. Además en el caso de Holanda, recordar que la mayor parte de la oferta es de concesionarios, y que a diferencia de España allí publican los precios antes de impuestos.

Pero si estamos dispuestos a lanzarnos a la carretera, podremos encontrar unidades del Nissan LEAF por apenas 10.000 euros, o del Opel Ampera con menos de 100.000 kilómetros, que no son nada para este modelo que en Estados Unidos su hermano gemelo el Volt ya ha superado los 500.000 kilómetros sin despeinarse, por menos de 15.000 euros. Incluso ya puestos a la aventura, hay unidades del propio Chevrolet Volt con 200.000 kilómetros por debajo de los 10.000 euros.

La cuestión es que los coches eléctricos son caros, pero para los que el presupuesto sea algo apretado hay cada vez más y mejores opciones dentro del mercado tanto de los nuevos, como sobre todo de ocasión. Una oportunidad para aliviar el presupuesto mensual que habitualmente el diésel o gasolina se puede llevar una buena parte. Eso si, renunciando a lo último de lo último, y acudiendo a un mercado de ocasión donde los eléctricos tienen menos riesgos para los usuarios al ser menos susceptibles de maltrato de su mecánica. Sólo hay que tener un poco se sentido común, revisar el coche, y siempre…hacer una prueba de autonomía completa.

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Vía | Euractiv