Qualcomm pone en marcha en Francia un tramo de carretera con recarga inalámbrica. Potencia de hasta 20 kW a velocidad de autovía

Desde hace tiempo los desarrolladores trabajan en mejorar la eficiencia de la recarga inalambrica para coches eléctricos. Una tecnología con mucho potencial, como el reducir la necesidad de poner infraestructura a la vista, lo que reduce su desgaste, su exposición a los actos vandálicos, y también el impacto visual en el centro de las ciudades.

Compañías como Qualcomm, que esta semana hemos conocido que ha desarrollado un pequeño tramo de 100 metros de largo. Un espacio dotado de un emisor inalámbrico que utiliza la tecnología WEVC, y que en la práctica permite la recarga de las baterías incluso cuando el coche está en movimiento.

Para este proyecto Qualcomm ha colaborado con la empresa francesa VEDECOM, a la que conocemos por ser los responsables del desarrollo de un Renault ZOE autónomo, que lleva en pruebas desde el pasado año. Precisamente Renault también se ha involucrado en esta iniciativa, con la adecuación de una unidad de la Kangoo ZE.

Este tramo de pruebas es capaz de ofrecer una recarga dinámica de hasta 20 kW. Y es capaz de trabajar a velocidades de autovía. Desde Qualcomm incluso se indica además que puede también recargar las baterías de dos coches de forma simultánea y en ambas direcciones.

Una potencia muy limitada, pero que podrá crecer con el paso de las investigaciones. Como ejemplo la presentada hace un tiempo por Honda, que permitía potencias de hasta 150 kW, y a velocidades que llegaban a los 155 km/h.

Por supuesto nos faltan elementos clave para saber con más detalle si esta tecnología es realmente disruptiva. Aspectos como la eficiencia de la recarga, que es un elemento muy delicado en este tipo de recarga, ya que necesita una distancia lo más corta posible entre emisor y receptor. También está el delicado aspecto del coste. Desde el fabricante no se han dado cifras del coste de este pequeño tramo de 100 metros.

Este proyecto se integrará en la iniciativa europea FABRIC, que estudia el potencial de los sistemas de recarga inalámbrica y sus diferentes usos. Un proyecto que ha involucrado además de a la UE, a un total de 25 organizaciones diferentes y que ha logrado movilizar un total de 9 millones de euros. Un proyecto que arrancó en 2014 y que se espera logre exponer sus primeras conclusiones a finales de este mismo año.

Una tecnología que ahora investiga aspectos prácticos, como la identificación del vehículo, la adecuación del envío de la energía, así como la alineación del mismo.

Un sistema con un gran potencial de futuro, sobre todo pensando en sectores que necesiten un uso intensivo de sus baterías, como transporte público o transporte de mercancías. Unos vehículos que podrían recibir una inyección de electricidad en determinados tramos, y sin necesidad de detenerse.

Algo que tendrá todavía mayor importancia con el crecimiento y la implantación de los sistemas de conducción autónomos. Una combinación de recarga dinámica y sistemas autónomos, que permitirán lograr flotas que estén en movimiento las 24 horas del día.

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Fuente | Qualcomm