Toyota ha tomado una decisión sin precedentes para comenzar su andadura en el sector del coche eléctrico. Meter su sistema de propulsión en un vehículo de otra marca. Algo que hasta ahora no habíamos visto hacer al gigante japonés.
La explicación a esta decisión histórica está en las nuevas cuotas de ventas de coches eléctricos de China, que entrarán en vigor el próximo año dentro de un proyecto para reducir las emisiones en el gigante asiático. Y Toyota al igual que otras muchas marcas, no está preparada para lanzar un modelo propio.
Es por eso que los japoneses tomarán el camino más corto, y usarán su asociación con el fabricante chino GAC para poner a la venta sus primeros modelos impulsados por electricidad. Básicamente lo que hará Toyota es coger uno de los coches de GAC, y meterle un sistema de propulsión eléctrico y unas baterías.
Los chinos serán los encargados de fabricar estos modelos que serán los primeros Toyota que no llevarán el logo de la marca. Los chinos se ocuparán de la fabricación usando su potente economía de escala y su bajo coste, aprovechando la experiencia y la calidad de fabricación que aportará Toyota. Por su lado los nipones simplemente acortarán meses o años el trabajo de desarrollar un nuevo modelo, y con ello lograrán llegar a tiempo al inicio de las cuotas.
La primera propuesta será el GAC Toyota ix4. Un todocamino compacto que llegará al mercado ya a finales de este mismo año, justo a las puertas de arranque del nuevo programa de cuotas de China. Un modelo que se basará en uno ya en la calle, el GAC Trumpchi GS4. Una propuesta de la que de momento no tenemos detalles técnicos.
Podemos tomar como referencia otra propuesta similar de la propia GAC, el GE3.Un todocamino chino con batería de 51 kWh, 310 kms de autonomía que llegará este año al mercado, y que lo hará además con un coste bastante competitivo. Un ejemplo de que si quiere tener éxito, Toyota no debería lanzar nada por debajo de esto.
Y es que no olvidemos que el sistema de China no tendrá en cuenta la oferta como en Europa, sino el número de ventas. Un formato que a pesar de ser bastante polémico, se está mostrando como muy efectivo incluso antes de entrar en vigor ya que obliga a las marcas a dar uno o dos pasos adelante en sus programas eléctricos. Todo a riesgo de afrontar fuertes multas si no cumplen con dichas cuotas.
Vía | Reuters
