Actualizar el módulo 3G de un Nissan LEAF de primera generación puede ser caro…muy caro
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Publicado: 26/10/2018 10:54
Para los propietarios que tienen un Nissan LEAF de la primer generación el contar con un sistema 3G, que permitía la comunicación del coche con la red y conocer los parámetros como la carga de la batería, encender el clima a distancia, sin duda en su momento era toda una revolución. Pero la tecnología ha avanzado y ahora en plena era del 4G, y camino ya del 5G, el sistema instalado se queda obsoleto.
Es por eso que no son pocos los que se han interesados en conocer el coste de la sustitución del módulo que lleva el LEAF. Una operación que parece es posible a nivel técnico, pero que se toma en este caso con un problema económico.
Así lo ha descubierto un propietario canadiense, que ha enviado una carta a los medios explicando su experiencia. En esta misiva indica que se puso en contacto con varios concesionarios de Nissan para conocer los detalles de la actualización.
En el primero directamente le han contestado que no sabían de que estaba hablando, y que no contaban con esa opción. Algo por desgracia bastante habitual en los establecimientos de marcas tradicionales. Pero por suerte en el segundo si conocían esta actualización, y después de unos cuantos minutos a la espera, por fin recibió las noticia.
Y no precisamente buenas. A pesar de poder hacer el cambio, desde el taller de Nissan se le indicó que el coste de dicha sustitución sería de 2.298 dólares. Y eso sólo por el módulo. A ese coste habría que añadir mano de obra e impuestos.
Huelga decir que este indignado propietario finalmente descartó la operación a la vista del astronómico coste que supone. Un nuevo ejemplo de la mala planificación, y mal trato, que algunas marcas están ofreciendo a sus primeros clientes. Unos pioneros que compraron coches con baja autonomía y a precios muy elevados, y que ahora son olvidados por completo.
Y es que no olvidemos que un modem 3G puede tener un coste de apenas unos pocos euros. Incluso uno especial para automoción que suponga la sustitución de algunos elementos del vehículo no debería nunca llegar a esas cantidades, y eso antes de impuestos y mano de obra.
Una exageración que no hace más que perjudicar la imagen de la marca en un momento clave de cambio hacía las nuevas formas de movilidad, y que insistimos, se aplica a unos pioneros que se están convirtiendo en embajadores de la competencia.
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