Los beneficios de BYD se reducen tras la reforma de las subvenciones al coche eléctrico en China

BYD es una marca china que de un tiempo a esta parte se ha convertido en uno de los mayores fabricantes mundiales de coches eléctricos, pues ha centrado su producción en este nicho del mercado que cada vez tiene más peso en el mercado asiático. Sin embargo, en los últimos tiempos ha visto sus beneficios recortarse a raíz de que el gobierno China ha disminuido las subvenciones para coches eléctricos.

BYD propuso en su momento volver a aumentar los incentivos, pues como los subsidios son bajos, la rentabilidad de su negocio está disminuyendo en hasta un 90%. «(Como estamos) afectados por la reducción de los subsidios a los vehículos de nueva energía (NEV), la rentabilidad del negocio, especialmente para los autobuses eléctricos, ha disminuido sustancialmente […]», declara BYD.

La compañía espera que sus ganancias netas del primer trimestre se desplomen entre un 75,2% y un 91,8% respecto a hace un año debido a los recortes en los subsidios. Esto pondría las ganancias en unas cifras de entre 50 millones de yuanes (7,96 millones de dólares) y 150 millones de yuanes, frente a los 605,8 millones de yuanes de hace un año.

Los coches eléctricos de baja autonomía y algunos autobuses eléctricos se han visto afectados por los recortes, mientras que los eléctricos de mayor autonomía cuentan ahora con mayores subsidios. Para BYD, esta situación ha supuesto una disminución del 10% de su valor en el mercado.

Estos hechos nos muestran una vez más que la salud del coche eléctrico a día de hoy todavía depende en gran parte de la legislación, pues incluso en mercados como China, donde cada vez se venden más coches eléctricos, cualquier pequeño cambio en las subvenciones puede afectar de forma muy negativa a la economía de las compañías centradas en la venta exclusiva de coches eléctricos. Sin embargo, la situación en China sigue siendo con todo más positiva que la europea, con unas ventas todavía testimoniales salvo en regiones como Noruega.

Fuente | Reuters