Cuando hablamos de coches eléctricos, casi siempre sale a la luz la pregunta de por qué Toyota no tiene ningún modelo. Uno de los pioneros en el uso de motores eléctricos, y que ahora es uno de los últimos en incorporarse al mercado. La respuesta no la sabemos, pero lo que si conocemos es que esto está cerca de llegar a su punto final con la puesta de largo de las primeras propuestas.
Para ello Toyota ha comenzado la casa por abajo, y ha establecido una alianza con Panasonic tanto para el desarrollo de las baterías, como para la puesta en marcha de líneas de producción conjuntas. Unas plantas que se encargarán de alimentar la demanda de los coches eléctricos de Toyota, y que también indican podrán servir a terceros fabricantes que necesiten suministro.
Entre ellos lo normal está que se coloquen los socios de la propia Toyota. Fabricantes en los que los nipones tienen participación o algún acuerdo estratégico firmado, como Mazda, Subaru o Suzuki.
De esa forma Toyota mantiene bajo control el desarrollo de estas baterías, siguiendo el modelo de marcas como Tesla, que no se conforman con adquirir las mismas a otras compañías. Algo que les permite controlar la velocidad de producción para adaptarla a las líneas de los vehículos, y también invertir en I+D de forma conjunta con la propia Panasonic.
En el caso de la alianza Toyota-Panasonic, los primeros tendrán el 51% de las participaciones, mientras que Panasonic se quedará el 49% restante.
El proyecto de Toyota contempla el lanzamiento de hasta 10 modelos eléctricos en 2020 en todo el mundo. Un programa que tendrá en el todocamino compacto C-HR su primera propuesta. Una versión eléctrica que será fabricada en China y en un primer momento destinada sólo a este mercado. A partir de ahí los japoneses seguirán de forma paulatina la expansión de su oferta tanto en Europa, como Estados Unidos. y Japón con una gama que usará baterías procedentes de las plantas de Panasonic en China y Japón.
Toyota espera vender 5.5 millones de vehículos electrificados hasta 2030. Entre ellos contará con oferta tanto entre los híbridos tradicionales, híbridos enchufables, coches eléctricos a batería y modelos a hidrógeno. En ese objetivo se incluyen ventas de alrededor de un millón de coches eléctricos a batería o de hidrógeno al año, lo que representa al menos el 10% de las ventas globales de la compañía japonesa.
Pero para eso hará falta dinero, mucho dinero. Toyota ha confirmado que invertirá al menos 10.000 millones de dólares en electrificación de su gama entre 2017 y 2030. Una cifra de la cual la mitad se destinará al desarrollo de baterías con trabajos en tecnologías como el electrolito sólido.
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