Mientras los fabricantes europeos luchan por defender sus inversiones en los sistemas diésel y gasolina, azuzando el miedo a la pérdida de empleos que supondrá el salto al coche eléctrico, al otro lado del mundo la industria China circula a toda máquina desarrollando una auténtica dinastía de fabricantes que han puesto sus ojos en este mercado que no está siendo atendido por las marcas tradicionales. La última que hemos conocido es Bordin Motor, que ha presentado las primeras imágenes de la que será su propuesta inicial en el mercado.
Esta marca está dirigida por Huang Ximing, que en 2016 dejó su puesto como ingeniero jefe en Ford para volver a su país. Contaba con dos ofertas para integrarse en el consejo de dos de las principales marcas de coches del gigante asiático, SAIC Motor y Chery Automobile. Pero finalmente Ximing decidió embarcarse en una aventura propia creando la nueva marca Bordin Motor.
El objetivo es vender coches eléctricos tanto en China, como en Europa, descartando de momento el mercado norteamericano. Para ello están diseñando una gama de vehículos que se adapten a los gustos de ambos mercados, y además lograrlo con unas características técnicas destacables, y un precio reducido. Una startup que cuenta ya con más de 600 empleados en el área de desarrollo, y que incluye el diseño de su propia plataforma modular.
Una nueva aventura que tendrá su centro industrial en la ciudad de Nanjing, en una planta que tendrá una capacidad inicial de 100.000 unidades al año cuando esté terminada.
Esta dará acogida a diferentes modelos. El primero será un subcompacto que se colocará en el segmento B, que contará con más de 550 kilómetros de autonomía y cuya producción comenzará en 2020. Un modelo que será presentado esta primavera en el Salón de Shanghái, y que comenta su presidente tendrá un precio de unos 32.000 dólares.
La segunda propuesta se situará en el segmento C. Un compacto del que no han dado detalles más allá de que esperan logre una autonomía de 600 kilómetros con cada carga. También están preparando el lanzamiento de un modelo más pequeño que se situará en el segmento A, que usará la misma plataforma que sus hermanos mayores lo que le permitirá según el fabricante, poder lograr una autonomía máxima de 500 km con cada carga.
Lo más interesante es que Bordrin Motor no esperará a tener su propia fábrica en marcha para iniciar la producción. Siguiendo el ejemplo de otras marcas, estos han llegado a un acuerdo con uno de los fabricantes chinos más importantes, FAW Group, que cederá una línea de producción para comenzar los trabajos de ensamblado de los primeros modelos de esta prometedora startup.
Uno de los principales retos para los nuevos fabricantes a la hora de extenderse por Europa es la cuestión de la distribución y los servicios técnicos. Una tarea titánica si se quiere hacer de forma individual, y que de momento sólo ha llevado adelante no sin grandes esfuerzos Tesla. Para ello el fabricante asiático está en conversaciones con algunas marcas europeas para poder compartir espacio en sus expositores, algo que supondría crear una sub-marca al estilo de Dacia o DS que permita integrar modelos con diseños totalmente diferentes dentro de las concesiones.
Un acuerdo que reducirá la inversión inicial para su expansión, y que permitirá a las marcas con menos desarrollo en el sector del coche eléctrico y más expuestas a las multas por emisiones de CO2 poder acortar algo los plazos hasta la llegada de sus propias propuestas.
Una nueva señal de que la invasión japonesa y coreana de décadas pasadas podría quedarse en pequeña con la que están preparando los fabricante chinos, que se han lanzado a una carrera sin frenos para hacerse un hueco en el viejo continente.
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