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Este taxista explica por qué decidió cambiar su Toyota Prius por un coche eléctrico como el KIA e-Niro

El conocido youtuber noruego Bjørn Nyland, especializado en movilidad eléctrica, ha realizado una interesante entrevista a Martin Furmyr, un taxista que lleva ejerciendo su profesión 30 años en Oslo y que actualmente utiliza como taxi un KIA e-Niro, un vehículo 100% eléctrico que a pesar de llevar apenas unas semanas a la venta ya ha convencido a numerosos potenciales compradores gracias al equilibrio que muestra (su versión con batería de 64 kWh homologa 455 km WLTP de autonomía).

Aparentemente, Martin se pasó a la movilidad eléctrica hace dos años, cuando decidió cambiar su Toyota Prius por un Opel Ampera-e (la versión europea del Chevrolet Bolt, la cual se ha vendido con cuentagotas en el viejo continente). A pesar de que el modelo era muy rentable, la ausencia de bomba de calor se traducía en una autonomía reducida en invierno.

Por ello, el pasado mes de marzo Martin decidió adquirir el KIA e-Niro, dejando el Opel Ampera-e como su vehículo personal. De acuerdo con el taxista, el modelo coreano se adapta mucho mejor a su trabajo debido a su mayor eficiencia durante los meses de invierno, pues cuenta con una práctica bomba de calor (si bien en algunos mercado KIA lo vende sin ella, no está claro por qué).

Comparados con su antiguo Toyota Prius o los coches térmicos, Martin afirma que los vehículos 100% eléctricos son mucho mejores a nivel económico. Con el Prius gastaba alrededor de 3.000 y 4.000 euros al año en gasolina, mientras que cargar el e-Niro no llegará ni a 1.000 euros anuales. Esto se traduce en unos mayores beneficios para el taxista, pues apenas tiene que destinar el 1% de lo que gana en un día a cargar el coche.

De acuerdo con Martin, una jornada laboral típica ronda los 200 km y los 350 km, cifras que entran dentro del rango de uso del e-Niro, que no necesita cargarse a lo largo del día. Sin embargo, sí que hay un punto en el que el taxista prefiere el Opel al KIA: las revisiones en el Ampera-e se realizan cada 30.000 km, mientras que en el e-Niro cada 15.000 km. Con todo, en ambos casos los costes de mantenimiento son más bajos que en un modelo térmico o en un híbrido.

En definitiva, Martin concluye que su decisión de pasarse a la movilidad eléctrica fue puramente práctica, pues lo que menos le importa de un vehículo es su marca, sino que se adapte al uso que le vaya a dar, algo que se cumple a la perfección con el nuevo KIA e-Niro.

Fuente | Bjørn Nyland

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