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Cambiar la batería de un smart eléctrico de primera generación puede costar hasta 17.000 euros

La sustitución de las baterías de los coches eléctricos por llegar al fin de su vida útil o por el deterioro durante su uso normal, es algo de lo que no se suele hablar demasiado a la hora de tratar las ventajas de los coches eléctricos. Sin embargo, es una operación que si se mantiene un vehículo eléctrico durante varios años, habrá que hacer más tarde o más temprano, y no es una operación económica de realizar.

Pero en el caso que nos ocupa hoy, no se trata de una sustitución por la necesaria sustitución de la batería por degradación tras un uso normal de varios años, es debido a que el pack de baterías es defectuoso.

Un propietario de un Smart eléctrico de primera generación ha contado como, tras sufrir problemas con la batería de su vehículo eléctrico, tiene que sustituirla y poner una nueva por un precio de nada más y nada menos que 17.000 euros (sin IVA). Una cifra que impresiona, puesto que muchos modelos de coches que existen en el mercado pueden comprarse por ese precio, ya sean nuevos o de segunda mano. Lo peor de todo, es que el coche solo tiene cinco años de antigüedad.

El propietario del Smart detalla el presupuesto que le han ofrecido en Alemania por la sustitución de la batería. El coste de la operación tendría un coste de 8.600 euros si la batería fuese usada, y de 17.000 euros si el pack es nuevo, a lo que hay que añadir la mano de obra de, aproximadamente, 30 euros la hora, según los datos ofrecidos por la propia Daimler, fabricante de este coche eléctrico.

Estos costes no dejan de ser impresionantes, y no hay que dejar de compararlos con el precio original del vehículo, que costó a su propietario 21.940 euros cuando lo compró en el concesionario.

El ADAC alemán, a la vista de esta información, recomienda comprobar el estado de la batería antes de comprar un coche eléctrico usado, si no queremos tener que desembolsar una buena suma económica para sustituirla o bien tener que deshacernos del vehículo si no podemos pagar por esta operación.

Se supone que durante las revisiones periódicas en los servicios oficiales, la batería ha de ser comprobada y probada para garantizar la vida útil prevista, además de proporcionar esta información al cliente. No obstante, el ADAC recomienda que se eviten largos periodos sin usar el coche eléctrico, ya que la descarga profunda de una batería es algo que puede producir graves daños a las celdas de iones de litio.

En el modelo actual, esta situación debería ser más difícil que ocurra, ya que el Smart que se vende en los concesionarios actualmente cuenta con 8 años de garantía o 100.000 km para su batería, lo que ocurra primero.

Fuente | Focus

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