Aston Martin presentó durante el pasado Salón del Automóvil de Shanghái su primer coche eléctrico de producción, el Rapide E. Esta berlina de altas prestaciones derivada del conocido Rapide de combustión es una alternativa a modelos como el Tesla Model S, el Porsche Taycan o el Audi e-tron GT, si bien solo se fabricarán 155 unidades del británico.
El Rapide E ha sido desarrollado en colaboración con Williams Advanced Engineering. Su resistencia al aire es un 8% menor que la del Rapide original, lo que ayuda al vehículo a mejorar su autonomía. Sin embargo, y más allá de sus llantas exclusivas de diseño aerodinámico, no hay demasiados detalles que diferencien al Rapide E del Rapide V12.
El modelo equipa una batería de 65 kWh, una capacidad reducida respecto a sus rivales, algo que se debe a la intención de Aston Martin de lograr un peso contenido. Con todo, su autonomía de 320 km bajo el ciclo de homologación WLTP no es mala en relación al tamaño del pack y a las dimensiones del coche. La berlina ejecutiva es capaz de cargar a 100 kW de potencia gracias a un sistema eléctrico de 800 voltios, lo que se traduce en un tiempo de carga de menos de 1 hora. Además, incorpora un cargador interno con el que pueden alcanzar potencias de 22 kW en corriente alterna (se tarda tres horas en pasar del 0% al 100%).
El 0 a 100 km/h se hace en menos de 4 segundos gracias a sus más de 610 cv de potencia y 950 Nm de par, y alcanza los 250 km/h de punta. La batería del coche sobre el papel es capaz de soportar un uso intensivo en circuito, pudiendo dar una vuelta completa al mítico circuito de Nürburgring sin que se limite su potencia (un mal que padecen algunos modelos deportivos eléctricos).
Ahora, algunos medios han podido subirse por primera vez al Rapide E en circuito. De acuerdo con los responsables de su desarrollo, la decisión de electrificar este veterano modelo se debió a su amplia distancia entre ejes y al enorme espacio para baterías que dejaba el vano motor de su antiguo V12. Este automóvil será un preludio de los futuros Aston Martin Lagonda 100% eléctricos, una submarca que competirá contra Rolls-Royce y Bentley.
Como era de esperar, en circuito el Rapide E es un modelo con una aceleración fulgurante, y a pesar de no estar completamente ajustado, sus frenos son muy eficaces y la suspensión evita que la carrocería balancee en exceso. Sin embargo, el modelo todavía mantiene un marcado carácter de gran turismo, por lo que a pesar de su rapidez no es un vehículo pensado para hacer tiempos en la pista y sí para viajar a alta velocidad por autopista con relativa comodidad. Una característica que probablemente compartirá con los futuros Lagonda.
Fuente | Auto Express
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